La administración Trump impuso sanciones comerciales a China, incluidas restricciones a la inversión y aranceles sobre productos por valor de 50 mil millones de dólares, intensificando los temores de una guerra comercial.
Una portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que China “tomaría todas las medidas legales para proteger nuestros intereses” si los EEUU toman “acciones que dañarían tanto a China como a los propios EEUU”.
El anuncio de Estados Unidos marcó el final de una investigación de siete meses sobre las tácticas que China usó para desafiar la supremacía de los EEUU en tecnología, incluyendo la piratería de secretos comerciales y exigir a las empresas estadounidenses que entreguen secretos comerciales a cambio de acceder al mercado chino.
Hablando en la Casa Blanca, Donald Trump dijo que la imposición de aranceles era parte de un esfuerzo por la imparcialidad, señalando que China impone un arancel de 25% a los autos estadounidenses mientras que Estados Unidos solo tiene un arancel de 2,5% para los autos chinos. “Nos cobran, cobramos lo mismo”, dijo Trump.
El asistente de la Casa Blanca, Peter Navarro, dijo a los periodistas en una conferencia telefónica que “las administraciones que tenemos ante nosotros y esta administración han intentado trabajar con los chinos, pero con los chinos no es barato, es muy caro. Finalmente, el presidente decidió que teníamos que seguir adelante “.
Estados Unidos estaba “defendiéndose estratégicamente de la agresión económica”, dijo.
La administración de Trump argumenta que años de negociaciones no han producido resultados. Decenas de grupos de la industria, sin embargo, enviaron una carta al presidente advirtiendo que “la imposición de aranceles radicales provocaría una reacción en cadena de consecuencias negativas para la economía de los EEUU, provocando represalias; sofocando las exportaciones de productos agrícolas, bienes y servicios de los Estados Unidos; y aumentar los costos para las empresas y los consumidores “.
Las bolsas estadounidenses reaccionaron negativamente el jueves, con el Dow cayendo más de 300 puntos. Caterpillar, 3M y Boeing, todos con una gran exposición a China, se encontraban entre las más perjudicadas.
Los temores de una guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo también se reflejaron en el mercado de bonos, y los bonos del tesoro estadounidenses a 10 años registraron su mayor caída diaria en rendimientos desde septiembre. Las acciones bancarias y tecnológicas también cayeron. Facebook bajó casi un 3% además de una caída del 8.5% durante los primeros tres días de la semana.
Información de The Guardian
