El gobierno de los Estados Unidos se comprometió ayer a movilizar inversiones públicas y privadas de más de $500 millones de dólares en el sur de México para crear empleos y estimular el desarrollo.
Ryan Brennan, director de operaciones de la Corporación de Inversión Privada en el Extranjero (OPIC), la institución de financiamiento para el desarrollo del gobierno de los Estados Unidos, y el Secretario de Asuntos Exteriores, Marcelo Ebrard, firmaron dos cartas de intención en las que los Estados Unidos se comprometieron a obtener la mayoría de los fondos.
El compromiso se deriva de un acuerdo que los dos países alcanzaron en diciembre para trabajar juntos en un plan de desarrollo en el sur de México y Centroamérica para frenar la migración.
En la primera carta, OPIC se comprometió a proporcionar US $ 250 millones para la construcción de una planta de licuefacción de gas natural en Salina Cruz, Oaxaca.
La contribución de los Estados Unidos dará lugar a una inversión adicional de US $ 150 millones para la planta, dijo la Secretaría de Asuntos Exteriores (SRE) en un comunicado.
En la segunda carta, OPIC se comprometió a otorgar un préstamo de US $ 240 millones para la construcción de una planta de energía eólica en el sur de México. Esa cantidad generará una inversión adicional de US $ 80 millones, dijo la SRE.
Además, OPIC dijo que trabajará con bancos locales e instituciones de microfinanzas para otorgar préstamos por US $ 52 millones a micro, pequeñas y medianas empresas en el sur de México.
“Este dinero movilizará una inversión adicional de US $ 28 millones, que creará empleos e impulsará la prosperidad en el sur de México. Este total de $ 80 millones se invertirá utilizando un enfoque de género. Se dará prioridad al financiamiento de proyectos liderados por mujeres ”, dijo la SRE.
Brennan dijo que esperaba que la financiación se otorgue pronto, y agregó que “estos proyectos crearán nuevas oportunidades económicas en el sur de México que empoderarán a las personas y elevarán a las comunidades”.
Ebrard dijo que estaba claro que el gobierno de los Estados Unidos toma en serio su compromiso de invertir en el desarrollo de la región.
“Mucha gente dijo que este [el plan de desarrollo regional] no iba a funcionar, que no habría inversión o que llevaría años”. . . “Esto demuestra que la relación con los Estados Unidos, que es muy compleja, es buena, y que los buenos acuerdos tienen sentido”, dijo.
La SRE dijo que, en total, los compromisos de la OPIC conducirían a una inversión de US $ 800 millones en el sur de México, “cuyo desarrollo es una prioridad del gobierno”.
El departamento también dijo que los funcionarios presentaron “una amplia cartera de proyectos de inversión” a la OPIC y que 12 están siendo evaluados para financiamiento por un total de US $ 2,5 mil millones.
Como parte del acuerdo bilateral firmado en diciembre, los Estados Unidos se comprometieron a invertir US $ 10.6 mil millones en proyectos de desarrollo en el sur de México y los países del Triángulo Norte de América Central (Honduras, El Salvador, Guatemala) durante un período de cinco años, aunque más más de la mitad de esa financiación se asignará a los programas de ayuda existentes.
Cuando se anunció el financiamiento, el Washington Post informó que “parece ser que la única cifra nueva es la cantidad de $ 4.5 mil millones en posibles préstamos, garantías de préstamos y servicios relacionados a través de OPIC”.
En una publicación en su sitio web personal bajo el título “Esto no es un paquete de ayuda”, Adam Isacson, director de supervisión de la defensa en la Oficina de Washington en América Latina, escribió que el único dinero nuevo de EE. UU. “Es préstamos, no ayuda” Agregando “todo tiene que ser devuelto”.
También afirmó que “son préstamos para el sector privado, que no van a abordar las causas fundamentales de la migración masiva desde América Central. No reformarán a la policía, lucharán contra la corrupción, arreglarán los sistemas de justicia o cualquier otra cosa que haga que las personas amenazadas estén más seguras de las pandillas “.
Sin embargo, el gobierno federal ha acogido con satisfacción el compromiso de los Estados Unidos.
Según una declaración conjunta emitida el 18 de diciembre, México recibirá US $ 4,8 mil millones de su vecino del norte en los próximos cinco años, mientras que en el mismo período México invertirá US $ 25 mil millones en los estados del sur.
El presidente López Obrador sostiene que la mejor manera de combatir la migración es invertir en el desarrollo y la creación de empleos en regiones donde la pobreza y la falta de empleos obligan a las personas a buscar oportunidades en otros lugares, especialmente en los Estados Unidos.
