Nikki Haley, embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, dijo el lunes que era hora de que el Consejo de Seguridad de la ONU impusiera “las sanciones más fuertes posibles” a Corea del Norte sobre su sexto y mayor ensayo nuclear porque, dijo, es “suficiente”.
Haley dijo que el enfoque de las sanciones incrementales del Consejo de 15 miembros a Corea del Norte desde 2006 no había funcionado y describió al líder norcoreano Kim Jong-un como “mendigando la guerra”.
“A pesar de nuestros esfuerzos, el programa nuclear de Corea del Norte es más avanzado y más peligroso que nunca”, dijo Haley al consejo. “La guerra nunca es algo que los Estados Unidos quiera. No lo queremos ahora. Pero la paciencia de nuestro país no es ilimitada. ”
La embajador estadounidense dijo a la reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU: “Sólo las sanciones más fuertes nos permitirán resolver este problema a través de la diplomacia”.
Y rechazó “insultar” una propuesta china para congelar los programas nucleares y de misiles de Corea del Norte a cambio de una suspensión de simulacros militares anuales entre Estados Unidos y Corea del Sur.
“Cuando un régimen deshonrado tiene un arma nuclear y un misil balístico intercontinental (ICBM) apuntado hacia ti, no tomas medidas para bajar la guardia. Nadie haría eso. Ciertamente no lo haremos “, declaró.
Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Japón y Corea del Sur solicitaron la reunión urgente después de que Corea del Norte detonara lo que describió como una bomba de hidrógeno diseñada para un misil de largo alcance.
El Ministerio de Defensa de Corea del Sur advirtió el lunes que Pyongyang podría estar preparando otro lanzamiento de misiles después de dos pruebas en julio de ICBM que aparentemente llevaron a la parte continental de Estados Unidos dentro del rango de ataque.
Haley declaró que el “tiempo para medirnos ha terminado”, lo que sugiere que el consejo debe incrementar significativamente la presión con sanciones más que se decidirán en una nueva resolución.
La embajadora de Estados Unidos no especificó qué medidas Washington apoyaría, pero los diplomáticos han indicado que un embargo de petróleo tendría un efecto paralizante en la economía norcoreana.
Con información de The Guardian
