Egipto lanzó una ofensiva masiva contra militantes islámicos en la península del Sinaí, buscando poner fin a un sangriento conflicto que ha matado a cientos de civiles y soldados en los últimos años.
Un portavoz militar dijo que la operación cubriría gran parte del Sinaí más partes del delta del Nilo y el desierto occidental, donde otros militantes han emprendido ataques.
El presidente de Egipto, Abdel Fattah al-Sisi, ex general, ordenó a los militares derrotar a los militantes en el norte de Sinaí dentro de tres meses después de que un ataque a una mezquita en noviembre matara a 300 personas, el incidente más mortífero en el país más poblado del mundo árabe.
Sisi publicó en su cuenta de Facebook el viernes: “Sigo con orgullo las acciones heroicas de mis hijos en las fuerzas armadas y la policía para despejar el territorio de Egipto de elementos terroristas”.
La ofensiva, que involucra al ejército, la armada, la fuerza aérea, la patrulla fronteriza y la policía, tiene lugar semanas antes de las elecciones presidenciales en las que Sisi busca un segundo mandato. Está corriendo virtualmente sin oposición y listo para ganar cómodamente, a pesar de la ira sobre las medidas de austeridad y el desempleo persistente. El éxito o el fracaso de la ofensiva militar probablemente no afecte el resultado.
Sinai ha estado en estado de emergencia desde octubre de 2014, cuando militantes islamistas mataron a más de 30 soldados en una sola operación.
Años de lucha no han logrado aplastar al afiliado local del Estado Islámico, Wilayat Sinai (el gobierno de Sinaí), que también es culpado de los ataques con bombas a iglesias en El Cairo y otras ciudades, matando a docenas de cristianos. El grupo también derribó un avión de pasajeros ruso que transportaba turistas desde el complejo de Sharm el-Sheikh en 2015, matando a 224 personas.
Con información de The Guardian
