El 34% de las enfermedades se relacionan con la salud mental

CIUDAD DE MÉXICO.-En la región, la depresión y la ansiedad ocupan los dos primeros lugares entre las enfermedades más comunes. Además, más de 9 millones de mujeres en México sufren ciberacoso.

El Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora cada 10 de octubre, es un componente esencial de el bienestar general, y su importancia se ha vuelto más evidente que nunca en América Latina.

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Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el 34% de las enfermedades en la región están relacionadas con la salud mental.

La enfermedad más frecuente es la depresión y, en segundo lugar, la ansiedad. En el caso de México, las enfermedades mentales representan el 19%, sin embargo, solo recibe el 2% del gasto de en salud.

Las redes sociales se han sumado a las causas de enfermedades mentales. A menudo promueven la comparación social, ya que las personas tienden a exhibir sus momentos más felices y exitosos en línea.

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Esto puede llevar a sentimientos de inadecuación, envidia y ansiedad, lo que afecta negativamente la salud mental.

Por otra parte, el acoso en línea y el ciberacoso son problemas graves que pueden tener un impacto devastador en la salud mental de las personas, especialmente entre los jóvenes. Los comentarios negativos, el odio en línea y la intimidación pueden llevar a la depresión y la ansiedad.

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Más de 9 millones de mujeres en México sufren de ciberacoso, según el Instituto Nacional de Geografía y Estadístca (INEGI).

“Las tecnologías de la información y las comunicaciones y las redes sociales juegan un papel importante en esta materia, ya que permiten difundir ciertos aspectos de vulnerabilidad y constituyen una nueva forma de conducta adictiva”, dijo Claudia Díaz Olavarrieta, doctora de la coordinación del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Pasar demasiado tiempo en las redes sociales puede convertirse en una adicción y contribuir al aislamiento social, el insomnio y otros problemas de salud mental.

La constante necesidad de validación a través de “me gusta” y comentarios puede tener un efecto perjudicial en la autoestima.

La exposición excesiva en línea puede llevar a la pérdida de privacidad y a la preocupación constante por la imagen que proyectamos en las redes sociales, lo que puede aumentar el estrés y la ansiedad.

Un estudio publicado en la revista PLOS ONE analizó el contenido de TikTok en Estados Unidos relacionado con alimentos, nutrición y peso. El 44% de los vídeos investigados ofrecía contenido sobre la pérdida de peso y el 20% mostraba explícitamente la transformación corporal de una persona

“La falta de atención, de servicios y de financiamiento de la salud mental tiene impactos sanitarios, sociales y económicos enormes y de gran alcance en las personas, sus familias, comunidades y sociedades”, aseguró María Elena Medina-Mora, miembro de El Colegio Nacional, al coordinar y participar en el simposio ‘El impacto de la violencia individual y colectiva en la salud mental’, con motivo del Día Mundial de la Salud Mental.

Las personas que tienen estrés postraumático viven con problemas que no resuelven y que pueden durar años, los individuos no pueden tomar decisiones y se ven afectados en varios aspectos de su vida.

En México, del 16% de todas las enfermedades que sufren las personas, sólo el 2% recibe el gasto en salud. “Es decir, el presupuesto para atender esta condición es ocho veces inferior”, dijo.

En la actualidad, se ha acuñado el término “uso problemático de las redes sociales,” que se define como la utilización excesiva de estas plataformas con efectos perjudiciales en el funcionamiento personal, profesional y social de los usuarios, dando lugar a consecuencias negativas en su bienestar psicológico y social.

El icono del like tiene la capacidad de captar la atención de manera inmediata y, particularmente entre los adolescentes, los likes son considerados como indicadores de aprobación social.

Este rápido crecimiento de las redes sociales ha generado interrogantes sobre su uso habitual, ocasional y las problemáticas asociadas.

Según un estudio realizado en España sobre el uso de Instagram y su relación con la repercusión de los likes, se encontró que la autoestima ejerce un efecto protector.

En otras palabras, las personas con autoestimas moderadas o altas tienden a ser menos impactadas por los likes, mientras que aquellas con autoestima baja son más susceptibles a estos indicadores.

Claudia Díaz Olavarrieta señaló que esta aplicación también está relacionada con el narcisismo, que se caracteriza por el exhibicionismo y la constante necesidad de ser admirado.

Instagram parece proporcionar un escenario propicio para que los narcisistas se promocionen a sí mismos y mantengan una imagen poco realista de sí mismos.

Las personas con baja autoestima y una mayor necesidad de reconocimiento y aprobación, características típicas del narcisismo, son quienes tienden a mostrar una motivación más pronunciada y en ocasiones “oscura” en su uso de las redes sociales.

El surgimiento de la tecnología parece tener un efecto ambivalente, ya que puede promover o desalentar ciertos comportamientos dependiendo de cómo los individuos interactúan con ella.

Esta dinámica subraya la importancia de entender la relación compleja entre la tecnología y el comportamiento humano en las redes sociales.

La psicóloga mexicana María Elena Medina-Mora, miembro de El Colegio Nacional, se refirió al tema del Estrés postraumático y recordó que, según el Informe de la Organización Panamericana de la Salud, el 34% de las enfermedades discapacitadas están relacionadas con la enfermedad mental y existe un 19% de muertes prematuras asociadas con este padecimiento.

“El estrés postraumático se ubica dentro de estos trastornos de ansiedad y se relaciona con factores del medio ambiente de las personas que viven, sobre todo, en zonas urbanas y en condiciones de desventaja. Otro factor que debemos de considerar es el incremento del suicidio”.

En palabras de la especialista, hasta ahora 24 países en nivel de desarrollo, incluyendo México, arrojaron que la prevalencia del estrés postraumático es de 2.7 en hombres y 5.4 en mujeres, aunque no es alta, los días que se viven sin salud mental pueden ser muy prolongados.

“La proporción de las personas que viven experiencias traumáticas en México es del 70%, debido a que tienen un alto índice de violencia que va desde accidentes, muertes inesperadas de familiares, violación, abusos y ciberacoso, hasta eventos naturales como los sismos. De este total, sólo el 2% estuvo en tratamiento por estrés postraumático”.

Medina-Mora explicó que los síntomas del estrés agudo y estrés postraumático pueden surgir entre los primeros dos días o cuatro semanas después del evento. “Puede haber síntomas de disociación aguda, es decir, un distanciamiento de las experiencias físicas y emocionales que puede evolucionar a un estado grave, después al estrés postraumático y después a trastornos de depresión y ansiedad”.

Subrayó que es natural sentir miedo después de una situación traumática y esto ocasiona cambios en el cuerpo para defenderse del peligro.

“Las personas que no superan el estrés postraumático pueden vivir hasta cinco años o más con estos trastornos, cuando hay prolongación existe una alta probabilidad de pérdidas, es decir, hay un 40% de probabilidad de fracaso escolar, un 30% de embarazo adolescente, y un 150% de desempleo”.

El estrés postraumático inicia principalmente en la adolescencia, concluyó.