Explican que el cannabis debe legalizarse por completo, no solo una parte

TIJUANA, Baja California.- Todos hablan de legalizar la marihuana, que México dio un gran paso al despenalizar su uso de forma lúdica o  medicinal, sin embargo, el hecho de que la Cámara de Diputados tratara de regular el consumo en 2017 y este 2021 la Suprema Corte de Justicia declarara como inconstitucional la prohibición permitiendo su uso, más no su comercialización, el problema sigue.

El Código Penal no fue reformado en su totalidad, el único cambio significativo fue la modificación a la Ley General de la Salud que permite la importación, consumo y portación de la marihuana, siempre y cuando tengan una licencia la cual deberá otorgar la Cofepris, sin embargo, la comisión no ha facilitado la entrega de dicho documento, lo que deja un vacío en lo que sí está permitido y lo que no.

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Pero más allá del uso lúdico de la marihuana, hay un grupo importante que lucha para que el cannabis tome importancia en materia de salud, se trata de los pacientes que sufren problemas como cáncer,  epilepsia, enfermedades crónico-degenerativas, entre otros, ya que se ha demostrado que el uso reduce los efectos o síntomas que sufren las personas con este tipo de padecimientos, dejando en claro que no es una cura.

La fundación Loto Rojo representa a las personas que se han cansado de los tratamientos convencionales y buscan dicha alternativa, sin embargo, estos espacios en blanco en las leyes no permiten que el tratamiento sea otorgado por la Secretaría de Salud, a menos de que sea interpuesto un amparo, acción que a la fecha no ha surtido efecto.

De acuerdo con el  asesor legal de la fundación, Emmanuel Farias, el uso medicinal es una realidad, pero las personas no tienen la certeza jurídica para hacerlo.

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“Para ser que muchas personas ignoran que existe a la fecha un reglamento de cannabis medicinal, que incluso pudieran de forma legal importar los medicamentos para el tratamiento, pero aquí el detalle es que las autoridades tienen que estar involucradas porque muchos de los tratamientos son costosos y las personas no pueden acceder a los mismos”, comentó Farias.

De acuerdo con el abogado, algunas personas también recurren al cultivo del cannabis, acción que también está en el limbo en material legal.

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“Hay personas que recurren al cultivo del cannabis para ejercer su libertad de decisión respecto a la salud y al recurrir a tratamientos caseros. En esta parte también el estado debe estar involucrado porque incluso en esa reforma del 2017 se reforma el Código Penal federal para despenalizar el cultivo con fines médicos, pero hace una precisión de que cuente con autorización que emita la Secretaría de Salud, pero hasta el momento no hay una normatividad”, expresó el abogado.

A pesar de que hay modificaciones a las leyes y reformas, el tema no es tratado con propiedad, ya que el uso del cannabis va más allá a la cantidad que buscan que sea permitida.

De acuerdo con la directora y coordinadora de pacientes de Fundación Loto Rojo, Andrea Cuevas, no pueden solo tratar de legalizar una parte de la planta de marihuana, tiene que ser toda, ya que el elegir qué sí y que no es dejar fuera gran parte de los componentes.

Además, hay otro problema que no se toma en cuenta y es la diferencia entre el cannabis medicinal y el cáñamo, plantas que lucen iguales pero sus propiedades son distintas.

“La diferencia hay que entenderla como un cannabis medicinal y el cáñamo, que las dos se ven idénticas pero una te da terapia y la otra se utiliza para fines industriales y no de consumo humano, no es lo recomendable porque vamos a hacer textiles, situaciones que son más para la industria a que sea una terapia o una medicina”, indicó la doctora Cuevas.

Explicó que el cáñamo funciona como placebo, es decir, no tiene ningún efecto curativo, solo la fe y el convencimiento de la persona de que sí va a funcionar lo que está consumiendo.

“El efecto que te genera la cannabis medicinal es la contraria, es un efecto terapéutico real porque son más de 400 cannabinoides y son componentes de la planta que no puedes desechar, y también hay que ser específicos, que genera la ilegalidad pues que la planta tenga todos sus componentes; porque te dicen ‘la voy a legalizar’, pero si le quitas o retiras tal sustancia porque genera esto en el cerebro”, señaló.

Andrea Cuevas puso como ejemplo que si una persona sufre algún daño cerebral y no recibe estimulación en el cerebro, no va a tener éxito alguno, lo mismo ocurre con el cannabis.

“Que pretendemos legalizar algo que tampoco necesitamos, hay que se muy claros en eso, necesito que se legalice toda la planta porque es un tratamiento holístico.  Entonces, ¿por qué quitarle la terapia? debe ser toda la planta cannabis medicinal THC, CBD, CBG, CBM, THCA, lo que yo necesite para componer de un tratamiento especifico y personalizado”, comentó.

La directora y coordinadora de pacientes de Fundación Loto Rojo lamentó que la legalización solo contemple al cáñamo, mejor conocido actualmente en el mercado de importación como CBD, ya que el componente no genera ningún efecto curativo.

Explicó que en el caso de la Fundación Loto Rojo utilizan toda la planta, ya que al ser un tratamiento personalizado deciden qué cannabinoides son los indicados para cada persona, por ello la importancia de utilizar toda la planta.

Pero, ¿por qué ellos sí tienen el acceso completo al cannabis y no solo a una parte? La doctora Andrea Cuevas, explicó que en Estados Unidos sí es permitido el uso de la marihuana con fines medicinales y por ello el laboratorio se encuentra en San Diego, California, ahí pueden suministrar el tratamiento a los pacientes. Sin embargo, vuelve el problema al momento de cruzar la frontera porque se cae en una ilegalidad.

“Mis pacientes, se han visto en la necesidad de hacer un contrabando hormiga y, ¿por qué ponerse en riesgo en la garita cuando tienes el acceso ahora que se reabre? Es lo que mí me frustra, porque imagínate cuántas familias se ponen en riesgo, cuántas criaturas que necesitan la medicina cannábica y no se le da el acceso por un prototipo legal”, subrayó.

La doctora lamento varias situaciones, la primera es que solo unos cuántos pueden tener acceso a dicho tratamiento que tiene un costo de mil 500 dólares; en segundo, que las personas que han logrado obtener el permiso para la importación y que después lo comercializan (que legalmente no está permitido), aseguren que el CBD funciona para tratar padecimientos como epilepsia, ansiedad, dolor crónico, entre otros, cuando realmente es cáñamo y el cáñamo no tiene propiedades curativas.

 

Con información de: Carolina Vázquez