El huracán Dorian se convirtió en una”catastrófica” tormenta de categoría 5 este domingo, cuando comenzó a golpear las islas más al norte de las Bahamas. En los Estados Unidos, la nueva incertidumbre sobre su camino reavivó los temores de que llegue tocar tierra en el continente americano.
Las autoridades advirtieron sobre la probable devastación en las Islas Abaco y Gran Bahama por vientos sostenidos de 180 mph y olas de hasta 7 metros. En un boletín especial de media mañana, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) reportó ráfagas de viento por encima de 200 mph y advirtió que “los vientos extremos y la marejada continuarán durante varias horas”.
El NHC dijo que Dorian fue el huracán más fuerte que golpeó a las Bahamas en los tiempos modernos. En las islas, los funcionarios del gobierno instaron a los residentes a tomar medidas inmediatas para proteger sus vidas y sus propiedades.
“Una vez que los vientos alcancen una cierta fuerza, no podremos responder”, advirtió Don Cornish, jefe de la agencia nacional de gestión de emergencias, en una sesión informativa previa a la tormenta. “Es posible que no tengamos los recursos para perseguir a las personas que están en peligro”.
Los reporteros en las Bahamas dijeron que cientos de residentes de las islas más bajas, incluidos Grand Cay y Sweeting Cay, habían ignorado las órdenes de evacuación obligatorias.
“Es desafortunado que muchas personas en estos Cayos no hayan prestado atención a estas advertencias por el motivo que sea y muchas de ellas quedan”, dijo a CNN Theo Sealy de la cadena de televisión Bahamas Eyewitness News.
Los equipos de cazadores de huracanes de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (Noaa) que volaron en la pared del ojo de la tormenta el domingo temprano registraron vientos con ráfagas de más de 200 mph, mientras que una desaceleración esperada en el avance de Dorian elevó la posibilidad de que el sistema se estanque efectivamente en las Bahamas a 48 horas y arrojando hasta 30 pulgadas de lluvia en algunas áreas.
A las 8 de la mañana, Dorian se encontraba a 35 millas al este de la isla Abaco y se movía al oeste a 8 mph, su camino previsto lo acercaba a la costa este de Florida el lunes antes de girar hacia el norte y bordear la costa de los Estados Unidos hacia Georgia y las Carolinas.
En ese camino, es probable que la tormenta evite tocar tierra en los Estados Unidos continentales. Pero un cambio significativo en el pronóstico de los expertos del NHC el domingo por la mañana acercó el ciclón a la costa sudeste de Florida el lunes y martes, lo que provocó nuevas alertas de fuerza de huracanes y tormentas tropicales desde el norte de Miami hasta la entrada de Sebastian, a 160 kilómetros al norte de West Palm Beach.
Con información de The Guardian
