Está más equipada una veterinaria que un hospital infantil o un ala pediátrica de todas las instituciones de salud pública.
En Baja California el Instituto Mexicano del Seguro Social agoniza desde hace muchos años pero en las últimas administraciones hay quien percibe un tufo a cadáver en sus clínicas y hospitales, donde el desabasto va de la mano de la falta de equipo médico y hasta los elevadores han muerto.
El hecho real es que desde la llegada de la delegada Desiree Sagarnaga se encuentra enfrenta sus peores momentos, y no todo es atribuible a la falta de recursos enviados desde el centro de la República, sino que incluye al personal médico, cuyo desempeño debiera ser supervisado por los directores de área quienes a su vez deben informar a la citada delegada.
Personal del propio IMSS ha confirmado que intervenciones como una obstrucción tubaria o salpingoclasia, practicadas en la clínica 7, han terminado en graves complicaciones que ponen en riesgo a las mujeres que finalmente son canalizadas a la clínica 20.
El mismo personal refirió hace tiempo el caso de una muerte neonatal que hasta donde tenemos información fue mantenida en secreto.
Está más equipada una veterinaria que un hospital infantil o un ala pediátrica de todas las instituciones de salud pública.
El nombre de la delegada Desiree Sagarnaga fue conocido a nivel internacional cuando un comediante recibió la denuncia de un médico que advertía que la institución operaba sin las medidas adecuadas durante la pandemia del Covid-19.
En respuesta, la delegada respondió que el abasto de medicamentos estaba garantizado así como el almacenamiento de equipo médico necesario para contener la pandemia. Pero apenas unos cuantos años después las carencias se han agudizado y difícilmente la funcionaria podría decir lo mismo.
En términos generales el sector salud se encuentra enfermo en todo el país, y en el caso de nuestra región, tanto la Secretaría del ramo, el IMSS como el Issste y no digamos nuestra institución estatal, el Issstecali, enfrentan severos retos y carencias, pero la única carencia que no podemos aceptar es la incompetencia, la negligencia y el maquillaje de los datos reales.
