El mayordomo es el culpable

En las clásicas cintas de misterio, el mayordomo siempre era el culpable del crimen. No había mucho que quebrarse la cabeza para entender que las medidas que tomara el señor de la casa, repercutían desfavorablemente en una servidumbre fiel que llevaba años a su servicio y que de pronto se encontraba fuera del testamento o fuera de la casa en la que durante muchos años sirvieron.

Pero a estas alturas del siglo XXI la figura del mayordomo debe ser una especie en peligro de extinción en por lo menos el 99 por ciento de los hogares mexicanos, excepción hecha de nuestra casta política y de la añeja clase empresarial.

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Los tiempos cambian y lejos parecen ya las mansiones con servidumbre, cocinera, chofer, jardinero, mucama, y por supuesto mayordomo.

Es más, en muchos hogares ya es muy difícil encontrar una pareja completa que jueguen el rol de padres. Y en los más de los casos, es el hombre el ausente.

En la construcción de nuevas parejas, son los padrastros los que ocupan el lugar de la pareja ausente, y es en muchos casos, en que estas nuevas figuras paternas han sido los responsables de la muerte de muchos infantes.

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En Primer Sistema de Noticias hemos abrazado este tema a profundidad como ningún otro medio local y regional lo ha hecho, desde hace tiempo. Veíamos venir una crisis de violencia intrafamiliar por la razón de que en Tijuana, al igual que en el resteo del país, el tejido social se ha desgarrado, con la diferencia de que en nuestra frontera no hay familiares laterales -tíos, abuelos, etcétera-, que denuncien los casos de maltrato infantil.

A estas tierras llegan familias nucleares con uno o dos hijos y cuando el vínculo matrimonial se disuelve y entra en escena un padrastro, se llegan a registrar casos de violencia intrafamiliar que en sus ejemplos extremos derivan en la muerte de menores.

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Lo vimos en la muerte de Diana Mía, la mejor de 5 años en Mexicali, lo acabamos de volver a ver en el crimen de Alejandro Usiel y si volvemos la página atrás nos encontraremos con otros ejemplos similares.

Ahí está aún el recuerdo de aquella pareja que se puso de acuerdo para matar al hijo de la joven mujer a manera de regalo para su primer esposo, por lo que reproduzco el boletín sobre el caso:

La Subprocuraduría de Zona Tijuana, a través de la Dirección de Control de Procesos, fue notificada de la sentencia definitiva, en contra de dos personas, la madre y su novio por el crimen cometido en contra de Miguel Saúl Beltrán Luna de 7 años de edad en hechos ocurridos el pasado 20 de diciembre del 2014.

GONZALO DEL RIO HERNANDEZ Y KARINA LUNA SANDOVAL

Debido a la correcta integración de la averiguación previa por parte del agente del Ministerio Público, el Juez Sexto de Primera Instancia Penal determinó una pena de 42 años y seis meses de prisión a Gonzalo del Rio Hernández de 23 años de edad, por ser el responsable del delito de homicidio calificado, y de igual forma 42 años seis meses de prisión a Karina Luna Sandoval de 26 años de edad, madre del menor víctima, por el delito de homicidio agravado en razón del parentesco.

Los sentenciados quienes eran pareja sentimental desde mediados del 2014 planearon matar al hijo de Karina, ya que a decir de ellos el menor les estorbaba, por lo que consideraban que para poder hacer vida juntos necesitaban deshacerse del niño.

Karina y Gonzalo planearon ejecutar su plan el 20 de diciembre del 2014, cumpleaños del papá biológico del niño. El día de la fecha Karina se encontraba con varios familiares en la colonia Anexa Buena Vista, mientras que su hijo Miguel Saúl estaba en el patio esperando a que su padre llegara por él, para pasar el día juntos.

Fue entonces que Karina juntó a su familia en el piso de arriba para distraerlos para hablarles de un supuesto embarazo, este momento lo aprovechó Gonzalo para agredir a Miguel Saúl, fue entonces que el menor empezó a gritar, lo que ocasionó que los familiares salieran de inmediato y el hermano de la hoy sentenciada comenzara a perseguir a Gonzalo, quien acababa de lesionar al menor tal y como lo habían planeado, sin embargo, no lo alcanzó

A los pocos minutos llegó una ambulancia de la Cruz Roja y trasladaron al menor, quien ya se reportaba como grave, ya que presentaba diversas lesiones en el pecho y cuello producidas por arma punzocortante.

Una vez que el menor fue internado en el Hospital General de Tijuana, Karina y Gonzalo se quedaron de ver en un negocio comercial para juntos retirarse del lugar e irse a refugiar a un taller de carrocería en la colonia Cerro Colorado. Ahí se ocultaron todo un día, para después salirse del taller y esconderse en un domicilio que se encontraba a cinco casas del taller, donde permanecieron dos días más, ya que planeaban huir a Zacatecas, pero fueron detenidos.

El padrastro, lamentablemente, es en muchos casos el culpable, y no debemos permitirlo.