El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, ofreció su renuncia después de que grabaciones de video secretas lo enredaron en un nuevo escándalo de corrupción en vísperas de un juicio políticos, sumiendo a una de las economías más sólidas de América Latina en una crisis política.
No estaba claro si el congreso controlado por la oposición aceptaría su renuncia o procedería a una votación el jueves para obligarlo a dejar el cargo.
Apenas 19 meses de su mandato de cinco años, Kuczynski sería el primer presidente sentado en América Latina en ser expulsado debido a los vínculos con el gigante de la construcción brasileño Odebrecht, que ha desatado un escándalo de corrupción a nivel continental.
Kuczynski renunció cuando los legisladores se preparaban para votar por segunda vez en tres meses sobre si expulsar al líder de 79 años de su cargo por “incapacidad moral permanente” en una sesión plenaria del Congreso. Él está acusado de mentir continuamente por sus lazos con el escándalo de corrupción relacionado a Odebrecht..
Pero el lanzamiento el martes por la noche de videos grabados en secreto que presuntamente mostraban a los partidarios del presidente que intentaban comprar apoyo político terminó con cualquier posibilidad de que Kuczysnki pudiera sobrevivir al intento de echarlo.
Los videos lanzados por el principal partido opositor peruano, Fuerza Popular, presuntamente muestran aliados clave del presidente que ofrecen a los legisladores una parte de los proyectos de obras públicas a cambio de ayuda para vencer un juicio político anterior contra el mismo Kuczynski,
Los videos mostrados en una conferencia de prensa presentan a un funcionario del gobierno que explica a un legislador cómo obtener dinero fácil de proyectos gubernamentales para su región, mientras que el congresista Kenji Fujimori le asegura la protección del gobierno.
Los ministros del gobierno han negado que se otorgaron contratos a cambio de apoyo político y anunciaron que despedirían al funcionario. Kenji Fujimori también negó las fechorías, diciendo que las grabaciones eran un reflejo de las típicas negociaciones para poner en marcha los proyectos de infraestructura.
Con información de The Guardian
