Cuando el presidente electo, López Obrador, asuma el cargo el 1 de diciembre, no habrá un regalo de bienvenida de la empresa petrolera estatal. De hecho, recibirá un regalo no deseado de Pemex: un plan de pensiones cada vez más caro con más de 107,000 beneficiarios.
Cada uno de los 107,249 ex empleados de Pemex en el plan de pensiones de la compañía recibe en promedio 35,574 pesos por mes, lo que representa una factura mensual de más de 3 mil millones de pesos.
Un poco menos de 30,000 de los jubilados concluyeron su servicio durante los seis años de administración de la Presidenta Peña Nieto.
Entre enero y agosto de este año, 2,180 empleados de Pemex presentaron sus solicitudes de jubilación, incluidos conductores de la empresa, cobradores de deudas y personal técnico y médico.
La información presentada por la empresa estatal a la Plataforma Nacional de Transparencia muestra que el gobierno actual ha implementado una estrategia dirigida a reducir el tamaño de la fuerza laboral de Pemex en la que se alentaba a los empleados de apenas 55 años a jubilarse.
Todos los ex empleados seguirán teniendo derecho a las mismas pensiones, independientemente de los cambios que se realicen en las leyes laborales federales actuales, informó el periódico El Universal.
Tal ha sido la extensión del crecimiento de la nómina de pensiones que Pemex ahora está pagando a casi tantos trabajadores jubilados como empleados actuales.
Según la información enviada a la Bolsa Mexicana de Valores, la petrolera estatal cuenta con 128,505 trabajadores en servicio activo.
Durante los primeros ocho meses de 2018, esos empleados le costaron a Pemex casi 57.8 mil millones de pesos en salarios y beneficios.
En el mismo período, los trabajadores jubilados recibieron más de 40.4 mil millones de pesos , de acuerdo con la Secretaría de Hacienda federal.
Para fines de año, Pemex habrá pagado casi 64.9 mil millones de pesos en pensiones, más de 10 mil millones de pesos más que el año pasado.
El costo creciente de las pensiones de Pemex contrasta con el plan de López Obrador para reducir los gastos del gobierno.
Bajo el plan de austeridad del gobierno entrante, los salarios de los legisladores y otros funcionarios del gobierno se reducirán y el futuro presidente dijo que planea vender el avión presidencial y evitar en gran medida la seguridad personal entre otras medidas de reducción de costos.
Con información de Mexico News
