El Senado de los Estados Unidos entregó una dura reprimenda a Donald Trump el jueves, votando para anular su declaración de una emergencia nacional el mes pasado con el fin de desviar los fondos de los contribuyentes a la frontera de México y Estados Unidos.
En una votación de 59 a 41, 12 republicanos se unieron a todos los demócratas del Senado en un movimiento inusual para bloquear los esfuerzos del presidente para desviar miles de millones en fondos para construir su prometido muro fronterizo sin la aprobación del Congreso.
La Cámara controlada por los demócratas aprobó la medida el mes pasado, y su aprobación en el Senado probablemente obligará a Trump a usar el primer veto de su presidencia. Sin embargo, las deserciones del jueves quedaron muy lejos de los 67 votos necesarios para anular el veto.
Trump se burló de los republicanos en una serie de tweets el jueves por la mañana, tratando de contener las deserciones antes de lo que él llamó un “gran voto de emergencia nacional”.
“¡Un voto para la resolución de hoy de los senadores republicanos es un voto para Nancy Pelosi, el crimen y los demócratas de la frontera abierta!”, Escribió. En un tweet anterior, Trump dijo que estaba preparado “para vetar, si fuera necesario” y calificó a la frontera de “seguridad nacional y pesadilla humanitaria”.
Pero no logró disipar las preocupaciones dentro de su partido de que la acción violó la separación de poderes de la constitución, que confiere el poder del dinero al Congreso.
“Creo que el uso de poderes de emergencia en esta circunstancia viola la constitución”, dijo el senador Jerry Moran, republicano de Kansas. “Esto continúa haciendo que nuestro país siga por el camino del ejecutivo todopoderoso, algo que temían los que escribieron la constitución”.
El congresista Joaquín Castro, un demócrata de Texas que fue el autor de la resolución y observó la votación desde el piso del Senado, calificó la cuenta bipartidista de una “fuerte condena” de la declaración de emergencia del presidente que puede ayudar a reforzar los desafíos legales a la orden.
En una reunión de la Oficina Oval con el primer ministro irlandés el miércoles, Trump dijo que “probablemente tendría que vetar” la resolución y expresó su confianza en que no se anularía.
