El hombre que manejará los dineros en Tijuana no le rendirá cuentas al alcalde Ismael Burgueño y se reportará directamente con el centro de la República.
Todo indica que viene recién desempacado de Sonora, sin ningún compromiso ni atadura con la gente de Tijuana. Será el tesorero municipal, y su misión será cuidar los dineros con mano dura.
Fue nombrado desde el centro de la República, en una decisión en la que pudieron estar involucrados apellidos como Delgado, Romero, y otros.
De hecho, al alcalde electo Ismael Burgueño le fue nombrado como coordinador de transición el empresario Pedro Romero Torres-Torija, sin pedirle permiso. A chaleco.
Y será el expropietario de “El Águila” quien se tendrá que poner trucha con los recursos del erario tijuanense. Mucho cuidado con las manos de los allegados al presidente municipal, que entrará en funciones el próximo 1 de octubre.
A los actuales funcionarios del gabinete de Montserrat Caballero ya los están llamando a cuentas: “Dame tus números, pero también dame la documentación que tienes debajo del escritorio, esa que refleja doble contabilidad, otras salidas, otros ingresos.”
Los encargados de esta encomienda les hacen una oferta que no podrán rechazar: “No será fácil que sigas en el cargo, veremos si te reubicamos en otras áreas, pero lo más importante es que no iremos detrás de ti. Ahí tú sabes, como decimos en nuestro país.”
Secretarios, directores, subdirectores, todos se alinean a las instrucciones de aquellos que llegaron a Palacio Municipal sin necesidad de la luz verde de la alcaldesa saliente Montserrat Caballero. Como en las películas en que un equipo toma el control de una operación, ya están escudriñando con lupa las cuentas del XXIV Ayuntamiento, y más les vale que las cifras cuadren, o habrá consecuencias.
Por alguna razón, hay interés en que la entrega-recepción del gobierno municipal salga bien, sobre todo en lo que al manejo de los recursos públicos se refiere. Pero lo más interesante del caso es que ni Montserrat Caballero Ramírez ni Ismael Burgueño Ruiz pueden meter las manos en este asunto.