Un estudio ha revelado que el verano de 2023 fue el más caluroso en el hemisferio norte en los últimos 2 mil años.
MADRID, España.- El calentamiento global provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero está intensificando los fenómenos de El Niño, lo que resulta en veranos más cálidos. Se espera que esta tendencia continúe hasta principios del verano de 2024.
Un estudio basado en anillos de árboles ha revelado que el verano de 2023 fue el más caluroso en el hemisferio norte en los últimos 2 mil años, superando en casi 4 grados al verano más frío del mismo periodo. Aunque ya se sabía que 2023 es el año más caluroso registrado, los registros instrumentales sólo se remontan a 1850 y están limitados a ciertas regiones.
Utilizando datos climáticos históricos de anillos de árboles, científicos de la Universidad de Cambridge y de la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia han demostrado lo excepcional que fue el verano de 2023. Los resultados, publicados en la revista ‘Nature’, también muestran que el hemisferio norte ya ha superado el límite de 1.5 °C de aumento de temperatura establecido por el Acuerdo de París de 2015.
El profesor Ulf Büntgen, coautor del estudio, explicó que el calentamiento global reciente es dramático cuando se analiza en un contexto histórico. 2023 fue un año excepcionalmente caluroso y esta tendencia continuará a menos que se reduzcan drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los primeros registros instrumentales de temperatura, de 1850 a 1900, son limitados y a menudo inconsistentes. Al comparar estos datos con cronologías de anillos de árboles, los investigadores recalibraron la línea base de referencia y determinaron que las condiciones del verano de 2023 en el hemisferio norte fueron 2.07 °C más cálidas que las temperaturas medias del verano entre 1850 y 1900.
Los anillos de árboles proporcionan un contexto preciso y detallado de las temperaturas históricas del verano, permitiendo a los investigadores mirar mucho más atrás en el tiempo sin la incertidumbre asociada a algunas mediciones tempranas. Los datos muestran que los períodos más fríos de los últimos 2 mil años, como la Pequeña Edad del Hielo, siguieron a grandes erupciones volcánicas que arrojaron aerosoles a la estratosfera, provocando un rápido enfriamiento. En contraste, los períodos más cálidos se pueden atribuir al fenómeno de El Niño.
En los últimos 60 años, el calentamiento global ha intensificado los efectos de El Niño, resultando en veranos más calurosos. Se espera que el actual episodio de El Niño continúe hasta principios del verano de 2024, probablemente batiendo nuevos récords de temperatura.
El profesor Jan Esper, autor principal del estudio, subrayó la urgencia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para evitar olas de calor más largas y severas, así como períodos prolongados de sequía. Los investigadores advierten que, aunque sus resultados son sólidos para el hemisferio norte, es más difícil obtener promedios globales debido a la falta de datos en el hemisferio sur, que responde de manera diferente al cambio climático debido a su mayor cobertura oceánica.