Los egipcios acudirán el lunes a las urnas en unas elecciones que seguramente llevarán a la victoria del presidente, Abdel Fatah al-Sisi, después de que se impidiera a todos los oponentes creíbles que se unieran a la votación.
Los 60 millones de votantes elegibles del país pueden elegir entre el actual presidente y un candidato poco conocido que ha expresado anteriormente su apoyo a sl-Sisi.
Pero en medio de la preocupación de que la campaña de personalidad que inspiró la “Sisi-manía” antes de las elecciones de 2014 probablemente se encuentre con la apatía generalizada de los votantes esta vez, el gobierno ha montado una campaña feroz en un intento de aumentar las cifras en las urnas. La participación se considera el único problema que estará en duda en esta elección.
Dos personas de distintos barrios de El Cairo dijeron que habían presenciado intentos de comprar votos. Un tercero, de otro distrito, contó cómo un comerciante local había sido presionado para colgar una pancarta en apoyo de Sisi. Todos pidieron ocultar sus identidades por su propia seguridad.
Mientras tanto, incondicionales partidarios del presidente como el presentador de televisión y fabricante de joyas Nermin Nazim, han estado tratando de reunir el entusiasmo.
“Habrá quienes lo apoyen pero no quieran molestarse en votar”, dijo Nazim. “¿Cómo puede ganar si nadie va [a las urnas]? Él no puede ganar con una pequeña mayoría “.
Los anuncios de radio y televisión que alientan la votación llenan las ondas, y el gran mufti de Egipto lanzó un mensaje de video implorando a los ciudadanos que aparquen su apatía y desempeñen su papel.
El centro de apoyo a la información y decisión del gabinete egipcio lanzó un video que muestra a los ciudadanos intercambiándose mensajes de texto sobre la votación, mientras que un canal propiedad de un político y contratista de seguridad progubernamental produjo una canción, Participate, cuyo coro implora a los oyentes a “participar en su país en cada paso … ¡participa! No dejes Egipto por un solo momento “.
Con información de The Guardian
