Encuentra a su hijo en fosa común, funeraria cobra más de 50 mil por exhumación

TIJUANA, Baja California.- Alonso llevaba un par de días sin comunicarse cuando su madre Maria Luisa se trasladó de Guadalajara a Tijuana para localizarlo.

“Yo me imaginaba cuando no sabia nada de él ‘tal vez lo golpearon y no se acuerda que tiene familia y por eso no llama, por eso no se comunica con nadie’ pero yo sabia que solo muerto dejaría de comunicarse conmigo”, dijo.

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Vecinos y contactos en redes sociales sugirieron que el hombre de 33 años había muerto por lo que la mujer insistió en repetidas ocasiones a las autoridades investigar pero no fue sino hasta su tercer viaje a la ciudad que le tomaron una muestra de Adn con la que se confirmó dos años después de la desaparición que Alonso fue ahorcado, abandonado en vía pública y que su cuerpo yace en la fosa común.

“Les rogaba, les suplicaba, les decía: por favor denle seguimiento al caso, yo no puedo estar viniendo. Pero como le digo hasta la tercera vez que vine me tomaron la muestra de ADN”, agregó.

María Luisa no ha podido enterrar a su hijo pues las funerarias piden por lo menos 18 mil pesos para realizar la exhumación.

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“Me dijeron que eran de 40 a 50 cuerpos en una fosa común y que cobraban mil 500 por cada cuerpo y ahí me estaba incluyendo como si el estuviera a mero abajo y tuvieran que exhumar a todos los cuerpos”, aseveró.

Entre sus múltiples carencias, el Servicio Médico Forense (Semefo) dispone de bolsas para cadáveres baratas y los cuerpos se mezclan con lo que las funerarias justifican aumentar el precio de la exhumación según el número de cadáveres en un lote, llegando a costar hasta 50 mil pesos, cien veces más que en otros panteones operados por los Ayuntamientos municipales en el país, dijo Fernando Ocegueda, presidente de la Asociación de Unidos por los Desaparecidos.

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“Es mentira que los dejan porque sospechaban que sus hijos pertenecían al crimen organizado, versión de algunas autoridades, yo desmiento totalmente esa versión, no se trata de eso, se trata de que las familias por los altos costos que genera una exhumación, por eso los dejan ahí. Las exhumaciones en Acapulco con estos panteones municipales es de 450 pesos”, indicó.

El número de muertes en Tijuana sobrepasa su capacidad operativa admitió en entrevista el coordinador del Semefo en Baja California, Cesar Raúl González Vaca, una de las consecuencias es que el álbum de ingresos de los que se reciben en promedio 15 al día no está actualizado lo que dificulta la búsqueda y al no ser reclamados muchos cuerpos terminan en la fosa comun.

“Al día del hoy es una realidad, no está actualizado por lo mismo nos hemos visto rebasados en la cantidad de ingresos con el personal”, apuntó González Vaca.

El caso del hijo de María Luisa no es único, comentó Ocegueda, tan solo este año de los mil 395 cadáveres que estuvieron bajo custodia del Semefo, 332 fueron llevados a la fosa común del Panteón Municipal.

A pesar de que la ley establece que es facultad exclusiva del Ministerio Público coordinar a las autoridades correspondientes para efectuar la entrega de un cuerpo, en Tijuana la realización del trámite ante las distintas dependencias involucradas fue delegado a las funerarias que cobran grandes sumas por el servicio provocando con ello prolongar el sufrimiento de familias como la de Maria Luisa.

“He sufrido lo que no te imaginas, siento la impotencia, la desesperación de que por falta de recursos no puedo sacar a mi hijo”, señaló María Luisa.

Al obstaculizar la entrega de un cuerpo imponiendo por ello un alto costo, el Estado actúa en perjuicio de los ciudadanos y contradiciendo a lo dispuesto tanto en la Ley General de Víctimas, el Código Nacional de Procedimientos Penales y la legislación sanitaria, violando el derecho de los familiares a la procuración de justicia.

“Personas me dicen déjalo ahí y les digo no, me dicen nada más es un cuerpo y les digo que no, es que ese cuerpo creció en mi, yo lo parí, yo lo crecí y él no es un animal para dejarlo ahí, yo como sea hasta pidiendo limosna me lo voy a llevar, él no se puede quedar acá porque no está sepultado dignamente”, mencionó la mujer.

A un mes de conocer el paradero de su hijo fallecido, María Luisa sigue en la ciudad y desesperada busca la manera de conseguir el dinero suficiente, unos 85 mil pesos, para exhumar y trasladar a Guadalajara los restos de quien fue uno de sus seres más amados.

Si usted desea apoyarla para darle entierro a su hijo puede hacerlo a través del número de cuenta en Coppel 10018988602 a nombre de María Luisa Padilla García.