¿Se puede entrenar la mente para mantener la concentración?

Resulta que, lejos de ser un milagro, la concentración se puede entrenar y desarrollar, al igual que un bíceps humano después de meses de ejercicio.

Un profesor de neurociencia del comportamiento llamado Dr. Amishi Jha ha escrito un libro llamado Peak Mind: Find Your Focus, Own Your Attention.

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Su investigación muestra que cuando las personas en trabajos de alta demanda como soldados, atletas de élite o personal de emergencia invierten 12 minutos al día durante cuatro semanas en ejercicios simples de atención plena, mejoran muchos aspectos de la salud cognitiva y emocional, incluida la atención.

“El primer paso para enfocarse mejor es aceptar una verdad clave: no se puede simplemente decidir tener una atención ilimitada”, dice Jha en una reseña de un libro para The Guardian.

Muchas de las ideas occidentales sobre la atención plena se extraen de las prácticas de mediación religiosa oriental.

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Cierta meditación budista, por ejemplo, implica centrarse en la nada, el vacío supremo que impregna todas las demás cosas, mientras que la mediación zen se centra en no pensar en nada, sino en estar consciente de todas las cosas que suceden a tu alrededor. Algunos practicantes Zen incluso mantendrán los ojos abiertos.

Ese no es el tipo de cosas que la mayoría de la gente puede o desea hacer. Sin embargo, Jha explica que la atención se puede entrenar mediante ejercicios sencillos.

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Específicamente, involucran pasos diarios “que ejercitan el cerebro de manera que es propenso a debilitarse”, como cuando nos cepillamos los dientes e inmediatamente volvemos nuestra atención a pensar en otras cosas. Uno puede desarrollar el músculo mental para observar el presente, en lugar de perderse en un ensueño.

El libro de Jha contiene muchos ejercicios cerebrales, todos centrados en este tipo de sabiduría.

1: Preste atención a su respiración y en qué parte de su cuerpo la siente pasar más. Use su enfoque como una linterna (un desafío físico para ella).

2: No pienses en estos ejercicios como una reflexión pacífica o un momento para decir “Om”, sino más bien como un ejercicio mental riguroso.

3: No pienses en estar tranquilo, y en su lugar, intenta imaginar el objetivo de estar solo en medio de una intersección de cuatro vías, viendo a la gente (tus pensamientos) pasar por los cruces peatonales debajo de cada juego de luces.

4: Al igual que con el enfoque de la respiración, dedique tres minutos al día a concentrarse en la sensación de hacer exactamente lo que está haciendo. Si eso es ducharse, concéntrese solo en esa experiencia.

Con información de Good News Network