Cerca de 4,000 residentes fueron evacuados del Volcán de Fuego de Guatemala cuando la roca y la ceniza ardieron en el cielo y cayeron en cascada por las laderas hacia un área devastada por una erupción mortal a principios de año.
La unidad de vulcanología de Guatemala dijo que las explosiones de la montaña de 3,763 metros sacudieron las casas con “sonidos constantes similares a una locomotora de trenes”.
El material incandescente estalló tan alto como 3200 pies sobre el cráter y los flujos de roca caliente y ceniza se extendieron aproximadamente 1.5 millas por un flanco del volcán. Las explosiones calientes de material piroclástico bajaron los cañones en las laderas, mientras que las cenizas se desplazaron hacia la ciudad de Guatemala hacia el este.
Cientos de familias atendieron el llamado de las autoridades de coordinación de desastres para evacuar 10 comunidades, y se subieron a los autobuses escolares amarillos para ir a refugios. La comisión nacional de desastres dijo que 3.925 personas habían sido evacuadas el lunes temprano.
El Volcán de Fuego es uno de los más activos de América Central y una erupción en junio mató a 194 personas. Otros 234 están oficialmente desaparecidos, aunque las organizaciones que apoyan a las comunidades han insistido en que hay miles de personas desaparecidas.
Arrojó más ceniza y roca caliente en octubre, lo que provocó advertencias para las comunidades cercanas.
El mayor peligro del volcán son los lahares, una mezcla de ceniza, roca, barro y escombros, que pueden enterrar pueblos enteros.
Sin embargo, hasta el lunes, no había informes de que dichos flujos llegaran a áreas pobladas, aunque las autoridades no se arriesgaron; fueron duramente criticados por no pedir evacuaciones a principios de junio.
Se han instalado cuatro refugios para evacuados. Dora Caal, de 26 años, y cinco miembros de su familia se refugiaron debajo de una carpa de nylon en un estadio deportivo en la cercana ciudad de Escuintla.
