En el fin de semana más espeluznante, es posible que experimente luces parpadeantes, ruidos extraños en la radio o que su GPS esté parpadeando. Sin embargo, no se debe a travesuras sobrenaturales, sino a una poderosa erupción en el Sol que significa que una tormenta solar se dirige hacia nosotros.
El 28 de octubre, nuestra estrella lanzó una llamarada de clase X-1, la clase más intensa en la escala, y está dirigida directamente a la Tierra. Esto ha causado una pequeña tormenta solar en latitudes más altas y un fuerte evento de radio que se estrelló contra nuestro planeta alrededor de América del Sur. Sin embargo, estuvo acompañado por una eyección de masa coronal (CME) que va a llenar la Tierra con partículas energéticas durante los próximos días, y esto puede causar algunas interrupciones.
Las erupciones solares son poderosas explosiones de radiación. No pueden atravesar la atmósfera de la Tierra para golpear físicamente a los humanos en el suelo, pero pueden perturbar la atmósfera por donde viajan las señales de comunicación y GPS.
Se espera que la peor parte llegue el 30 de octubre (que se extenderá hasta el 31 de octubre), según el Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA, que espera una tormenta geomagnética G3; una clasificación de nivel medio correspondiente a una fuerte tormenta geomagnética. Esto significa que puede causar problemas con los sistemas de energía en la Tierra, creando fluctuaciones que requerirán correcciones de voltaje e incluso podrían activar alarmas en los dispositivos de seguridad. En el lado positivo, deberíamos tener algunas auroras espectaculares.
En el espacio, la onda de partículas afectará a los satélites de múltiples formas. La tormenta afectará a las capas más altas y tenues de la atmósfera de nuestro planeta, por lo que habrá un arrastre cada vez mayor en las naves espaciales en órbita terrestre baja. La onda también puede cargar eléctricamente la superficie de los satélites y alterar su orientación.
Esto también puede complicar las telecomunicaciones y las muchas acciones diarias cruciales que tomamos y que dependen de la red global de satélites de la Tierra. Para la flota de sistemas globales de navegación por satélite que alimentan los mapas de nuestros teléfonos, por ejemplo, esto podría provocar la pérdida de señales y errores en el lugar exacto en el que se encuentra. También es probable que las comunicaciones de alta frecuencia se vean afectadas por la tormenta.
Cada tormenta geomagnética tiene un lado positivo, y eso viene en forma de auroras, las hermosas luces del norte y del sur. Deberíamos estar en un gran espectáculo e incluso pueden ser visibles (si el clima lo permite) para aquellos en las latitudes medias. Es posible que la aurora boreal se vea tan baja como 50 grados al norte de la latitud magnética, que es tan baja como Pensilvania en los EE. UU.
La actividad ya ha comenzado, con el pronóstico de auroras que espera un aumento a partir de esta noche, y la NOAA espera una tormenta geomagnética más suave que continúe el 31 de octubre. Con esta erupción de clase X y la anterior que llegó a la Tierra en julio, el ciclo solar 25 está demostrando que ya estará bastante animado, y no alcanzará su máxima actividad hasta 2025.
Con información de IFL Science
