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Escalada de aumentos

Ciudad sin dinero

Lo que comienza como una buena intención podría terminar detonando una espiral inflacionaria

Aún no entra en vigor el paquete fiscal 2026 propuesto por la presidente Claudia Sheinbaum cuando ya han subido el precio de sodas cigarros y otros productos en los diversos establecimientos comerciales.
Faltan más de tres meses para que entre en vigor la propuesta mediante la cual la Secretaría de Hacienda aplicará un impuesto considerablemente mayor a estos y otros productos, bajo el argumento de que buscan desmotivar el consumo de bebidas azucaradas y tabaco, los cuales causan daños en la salud.
Más aún, el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, que también contempla gravar los videojuegos y otros productos considerados nocivos para su consumo, estará etiquetado para ser dirigido al presupuesto de salud que en total sumará 966 mil millones de pesos.
Con un gran total de más de 10 billones 193 mil 683.7 millones de pesos, el presupuesto del gobierno federal registra un aumento de 12.4 por ciento en términos nominales respecto a 2025.

Sin embargo las cadenas comerciales y algunos locales minoristas ya se están poniendo el huarache antes de espinarse y comenzaron a elevar los precios de estas mercancías como cigarros, sodas, alimentos altamente calóricos pero también a combustibles como los que mueven nuestros autos y los vehículos que mueven todo tipo de mercancía, así que saque usted sus conclusiones.
El paquete económico contempla un incremento de más de 3 pesos por cada bebida azucarada, un alza de 160 a 200 por ciento en el impuesto al tabaco y un nuevo gravamen del 8 por ciento a los videojuegos violentos que se comercialicen en nuestro país.
A no dudar que estos incrementos en productos de los que nadie niega que tienen efectos nocivos en la salud, le van a abrir la puerta al aumento de precios en alimentos y otros artículos de la canasta básica, por que en economía se registra el efecto dominó, que jala siempre al alza, los precios hasta hacerlos cada vez más inaccesibles al consumidor.
Así lo que comienza como una buena intención podría terminar detonando una espiral inflacionaria.