El desfile oficial de carnaval de la escuela de samba Beija-Flor en el estadio Sambódromo de Río de Janeiro, en el que el país fue descrito como un “monstruo”, destacó algunas de las amargas realidades de Brasil.
La presentación contundente del lunes por la noche presentaba a artistas como balas perdidas que golpeaban a víctimas, pandillas de favelas armadas, políticos y ejecutivos corruptos, policías asesinados y escolares aterrados que se encogían de miedo durante un tiroteo. Un ataúd abierto representaba un muñeco de un niño muerto, una referencia a los niños muertos en el fuego cruzado de la violencia de las pandillas de Río, mientras que una famosa drag queen llamaba a la tolerancia.
Para millones de turistas y residentes, el carnaval de Río es un momento de celebración y escape cultural. Pero la ciudad está atravesada por la crisis, con el aumento del crimen callejero mientras las bandas de narcotraficantes luchan contra la policía y entre ellos, los servicios de salud que fallan, el creciente desempleo y un creciente número de residentes que dicen que preferirían vivir en otro lugar.
Muchos de estos problemas se reflejan en todo Brasil, que está políticamente dividido, luchando por salir de la recesión y donde los sectores cristianos de derecha y evangélicos están ganando fuerza, cada vez más intolerantes con la diversidad que alguna vez fue celebrada en el país.
Este año, las escuelas de samba de fama mundial de Río se han vuelto más abierta, tópica y crítica en sus temas. El elenco de miles de Beija-Flor cantó un tema que describía a Brasil como un “monstruo”, atacó la segregación y la intolerancia, y preguntó: “Amada patria, ¿a dónde vas? Tus hijos no pueden soportarlo más “.
Su desfile cautivó a muchos y horrorizó a algunos. El diario O Dia de Rio lo describió como “confundido”. La actriz y cantante Claúdia Raia, que actuó para la escuela, describió el desfile como un “himno de lamento” y un grito de ayuda. Muchos brasileños tomaron las redes sociales para alabarlo.
“El verdadero monstruo es aquel que no sabe cómo amar”, tuiteó un brasileño, usando el nombre de George. El desfile de Beija-Flor “nos mostró la verdad desnuda y cruda”, dijo.
La escuela de samba, cuyo nombre significa “colibrí”, también contó con Pabllo Vittar, una drag queen que se ha convertido en una de las estrellas pop más famosas de Brasil, junto con globos con palabras como “feminicidio” y “discriminación”. Jordana Menezes, conocida como Jojo Todynho, una cantante del estilo de rap de Río llamado “funk”, también actuó en el desfile.
Con información de The Guardian
