Haciendo espacio para un grupo de chicos compuesto por mujeres

PEKÍN ⎯ En un pequeño estudio en Pekín, las integrantes del más reciente ingreso en el competido escenario de la música pop nacional realizan una secuencia de movimientos pélvicos rítmicos llevándose la mano a la entrepierna de manera coreografiada.

Después de una sesión de tres minutos, la líder del grupo, Lu Keran, preguntó sin aliento al mánager del conjunto musical: “¿Ahora podemos ir al baño?”

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Ha sido un rápido ascenso para Lu y sus compañeras en Acrush; cinco jovencitas que quieren mostrar al mundo que pueden convertirse en el grupo de chicos más grande de su país.

Acrush, que hace referencia a un enamoramiento con Adonis, el dios griego, es creación de Zhejiang Huati Culture Media Co., una de las fábricas de música pop de China e incubadora de supergrupos que pretende saturar al mercado con actuaciones grupales que puedan ganar fanáticos en Weibo e inundar las transmisiones de video en Tencent.

Desde la prohibición extraoficial de China el año pasado a las importaciones culturales sudcoreanas, los promotores chinos han tratado de satisfacer a los fanáticos de la música pop con talento local. Hay grupos de chicos acicalados y grupos de chicas atractivas, pero Acrush apunta a un segmento creciente de la cultura juvenil china: los iniciadores de tendencias urbanas andróginas que rechazan las normas de género tradicionales.

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“La gente se ha mostrado realmente curiosa”, dijo Peng Xichen, de 21 años de edad, la integrante más reciente de Acrush. “Están acostumbrados a ver grupos de chicas lindas o sensuales, o grupos de chicos. Pero supongo que no están realmente acostumbrados a ver a un grupo femenino totalmente andrógino”.

El grupo se formó a fines del año pasado después de una búsqueda nacional para reclutar integrantes para un nuevo grupo femenino. Durante las audiciones, los promotores encontraron “muchas chicas muy naturales, muy guapas”, dijo Wang Tianhai, director ejecutivo de Zhejiang Huati, que tiene su sede en Hangzhou.

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Estas “chicas guapas” representan una nueva apuesta mercadológica para que Wang entre en un segmento anteriormente no reclamado de la audiencia china cada vez más diversificada.

“Hay muchas chicas de apariencia andrógina en estos días, pensamos que se identificarían mejor”, comentó Wang.

Para las integrantes de Acrush, que estrenó su primer video en abril, el grupo es una oportunidad de que se expresen y sigan sus sueños de alcanzar el estrellato en una sociedad que desde hace tiempo ha insistido en la conformidad por encima de la individualidad.

⎯ ‘¿Cómo podía ser yo una celebridad?’

Un padre de Junxi realmente quería un hijo varón. “Pero nací niña, así que mi papá simplemente pensó: ‘Bueno, es pequeña, así que la vestiremos como niño’”, dijo An, sentada a horcajadas en un sillón durante un descanso en el ensayo afuera del estudio.

“Me he vestido así desde que era pequeña”, explicó. Usar vestidos “se sentía extraño”.

Como muchas chinas de su generación, An, de 22 años de edad, se enamoró de la música K-pop importada de Corea del Sur, especialmente del rapero G-Dragon.

Después de que se graduó de la universidad, se mudó de su pequeña ciudad natal en el noreste cerca de Shenyang al otro lado del país a la ciudad de Chengdu, donde fue descubierta rapeando en el bar de un amigo por su agente, Zhou Xiaobai.

“Pensé que ella era una total estafadora”, dijo An de su agente, quien maneja a Acrush. “Yo no tenía educación como cantante, estaba cantando las canciones de otras personas y había estudiado danza china clásica, ¿cómo podía ser yo una celebridad?”

⎯ ‘Mis padres querían que yo fuera agente bursátil’

En su niñez en la ciudad sureña de Nanjing, Lu Keran era una marimacha. Practicaba deportes, e incluso acudía a una academia atlética especial para ser esgrimista de competición.

Mantener su cabello largo, dijo, era molesto, así que a los 10 años se lo cortó, y la gente a menudo la confundía con un niño. “Era realmente incómodo”, recordó, pero su peinado muy corto le iba bien y se sintió como un primer acto de rebelión contra las expectativas tradicionales de sus padres, ambos ingenieros.

“Piensan que las chicas deben trabajar en una oficina y luego ir a casa”, dijo Lu, de 21 años de edad. “Mis padres querían que yo fuera agente bursátil”.

Sus juveniles actos de rebelión empezaron a crecer: un pequeño tatuaje geométrico en su tobillo derecho pasó inadvertido, luego la amplia imagen de la cabeza de un dragón en su antebrazo derecho.

Cuando sus padres descubrieron los tatuajes, dijo Lu, su madre se negó a hablarle durante días.

“Pensaron que hacerse un tatuaje era algo que hacían los chicos malos”, dijo. “Pero uno ve a muchos chicos de mi generación tatuándose ahora. Supongo que es la brecha generacional”.

Aunque estudió economía en la universidad en Nanjing para tranquilizar a sus padres, Lu tenía sus propias ambiciones.

“Hago lo que quiero hacer”, dijo desafiante. “Lo que me hace feliz, lo hago”.

⎯ ‘Sigo siendo una chica típica’

Min Junqian, de 24 años de edad, siempre había soñado con convertirse en una celebridad. En 2012, dejó el programa de actuación musical en una universidad cerca de su ciudad natal en la oriental provincia de Shandong para iniciar su carrera en el entretenimiento en Pekín.

Actuó en varios espectáculos de variedades, incluida una serie en internet llamada “Deja ir esa prenda de ropa”, antes de ser invitada a unirse a Acrush en septiembre.

Min es la integrante más varonil del grupo. En Sina Weibo, la plataforma de red social china, recientemente publicó una foto suya vestida con una camiseta sin mangas negra para mostrar sus bíceps.

La administración del grupo prohíbe a sus integrantes hablar abiertamente de su orientación sexual, y Min pregunta inocentemente: “¿Qué piensa que soy? Realmente no puede decirlo, ¿verdad?”

Min confiesa un enamoramiento de fanática con Wang Leehom, el ídolo pop taiwanés-estadounidense. “Wang Leehom es tan guapo y talentoso. ¡Tan guapo! ¡Quiero casarme con él!”

Añadió: “Sigo siendo una chica típica”.

⎯ ‘Mi vida es solo mía’

Alta y desgarbada, Lin Fan, de 18 años de edad, es la integrante más joven del grupo y aún no ha encontrado su encanto como estrella de rock.

En una reciente sesión fotográfica, las otras integrantes del grupo se colocaron en poses poderosas mientras Lin se quedaba de pie incómodamente, con los brazos colgando sin energía a sus costados. Admite que no es la bailarina más fuerte.

“Soy bastante torpe”, dijo. “Pero siempre he soñado con hacer esto, así que soy muy feliz”.

Lin es la más femenina de las cinco integrantes y se proyecta como la ingenua, la chica de una ciudad pequeña que está encontrando su lugar en el mundo. Aunque las fanáticas se refieren a las otras integrantes del grupo como “esposo” ⎯ como el tipo de chico con el que una muchacha querría casarse ⎯, se refieren con cariño a Lin como “esposa” o “hermanita”.

“Mi familia siempre ha pensado que las niñas deberían verse y actuar como niñas”, dijo. “Pero, en mi generación, pensamos: ‘Mi vida es solo mía’”.

⎯ ‘La danza masculina es más poderosa, más atractiva’

Peng Xichen, de 21 años de edad, es una veterana de la música pop. Antes de unirse Acrush en enero, estuvo en otro grupo de chicas ⎯ un “grupo lindo” ⎯ en el cual cada integrante representaba un papel femenino estereotípico.

“Teníamos que ejecutar estas rutinas de baile lindas y sensuales”, dijo. “Yo podía hacerlo, pero no era la imagen que quería mostrar. No sentía que fuera yo”.

Peng había estudiado danza en una escuela especial desde que tenía 12 años, y se entrenó en diferentes estilos, incluida danza latina. Pero no fue sino hasta que se unió a Acrush, dijo, que sintió como si pudiera expresar su verdadero yo.

“La danza masculina es más poderosa, más atractiva”, dijo.

Falta por ver si el público acogerá al estilo de género indefinido, dijo Peng. “Realmente me asusta que lo que hemos preparado no sea lo que todos quieren”.

Amy Qin
© 2017 New York Times News Service