España se ofreció a organizar la conferencia climática COP25 de la ONU en diciembre después de semanas de violentas protestas que obligaron al gobierno chileno a cancelar tanto la reunión ambiental global como la cumbre comercial Apec del próximo mes.
El jueves por la tarde, el gobierno español dijo que el primer ministro en funciones, Pedro Sánchez, se había ofrecido a ayudar al presidente chileno, Sebastián Piñera, “de cualquier manera que sea necesaria, incluida la organización de la cumbre en Madrid”.
En una declaración, agregó: “España cree que la acción climática multilateral es una prioridad tanto para la ONU como para la UE, y una que exige el mayor compromiso de todos nosotros”.
El gobierno español dijo que su oferta había sido transmitida a la ONU por Carolina Schmidt, la ministra de medio ambiente chilena que también es la presidenta designada de la COP25. Ahora será estudiado por el panel de cambio climático de la ONU en una reunión en Bonn la próxima semana.
Piñera culpó a las “circunstancias difíciles” a las que se enfrentaba Chile por la decisión de retirarse de la COP25, y dijo que la principal preocupación de su gobierno era “restablecer completamente el orden público, la seguridad y la paz social”.
“Esta ha sido una decisión muy difícil, que nos ha causado un gran dolor, porque entendemos perfectamente la importancia [de los eventos] para Chile y para el mundo”, dijo Piñera el miércoles cuando anunció la decisión.
Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de la ONU para el cambio climático, dijo que la ONU estaba explorando opciones alternativas de hospedaje para la cumbre climática.
“Es alentador ver a los países trabajando juntos en el espíritu del multilateralismo para abordar el cambio climático, el mayor desafío que enfrentan esta y las generaciones futuras”, dijo en un comunicado.
Los activistas ambientales expresaron su alivio porque la COP aún puede seguir adelante, pero también la preocupación por la logística y el costo de las organizaciones con problemas de efectivo que perdieron boletos no reembolsables a Chile.
“Es genial que haya una oferta sobre la mesa de España. Pero todavía hay incertidumbre ”, dijo Jennifer Tollman, asesora política para la diplomacia climática con E3G. “Mucha gente invirtió mucho dinero en esto. Para los participantes en los países en desarrollo, este es un gran problema. Sin apoyo, esto podría afectar la participación del sur global “.
El cambio de sede también podría afectar el contenido de las conversaciones. Tollman dijo que las protestas en Chile recordaron a los delegados que la igualdad social debe ser parte de la ecuación. “La política climática tiene que ser política social. Eso es lo que se discutirá dentro y fuera de las salas de negociación “.
La ex negociadora climática para Colombia, Isabel Cavelier, acordó que las manifestaciones en Santiago deberían enfocar las mentes de los participantes en la necesidad de reducir a la mitad las emisiones y restaurar radicalmente la naturaleza.
