WASHINGTON DC, Estados Unidos.- Hace unos días, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmaba que el ataque iraní no tuvo ninguna repercusión en las bases estadounidenses en Irak.
Hace unas horas, Washington reconoció que once soldados resultaron heridos después del atentado. “Si bien ningún miembro del servicio estadounidense murió en el ataque iraní del 8 de enero a la base aérea de Al Asad, varios fueron atendidos por síntomas de conmoción cerebral producidos por la explosión y todavía están siendo evaluados” señalo el portavoz del comando central de Estados Unidos, Bill Urban.
No obstante, sí están bajo un procedimiento de protocolo para saber o descartar si existe alguna lesión cerebral traumática. Ocho de los heridos se encuentran internados en un hospital militar estadounidense en Alemania, los restantes fueron enviados a Kuwait, para exámenes de seguimiento.
Cabe recordar que el pasado 8 de enero Irán atacó a dos bases estadounidenses en Irak lanzando 22 misiles.
Con información de BBC News
