Los gusanos crin de caballo, endoparásitos largos y fibrosos de varios artrópodos, llaman la atención por la “peculiar” forma en que se desarrollan.
Las larvas de estas criaturas residen en cuerpos de agua en todo Estados Unidos y comienzan su extraño viaje después de ser devoradas por un mosquito.
Estos insectos luego son devorados por grillos hambrientos, que realmente no saben lo que vendrá después. Los parásitos atraviesan las entrañas del grillo antes de asentarse en una cómoda cavidad corporal.
Increíblemente, el gusano puede crecer alrededor de un pie de largo dentro de un grillo.
Luego, el gusano necesita volver al agua para completar su ciclo de vida, por lo que hace que el grillo se suicide.
Normalmente, los grillos se mantienen alejados del agua por temor a la muerte, pero los grillos infectados en realidad se desviven por buscar agua y entrar en ella, muriendo bastante rápido.
Luego, los gusanos salen del cadáver en busca de una pareja.
Aunque no se sabe con qué precisión estos gusanos alteran el comportamiento del grillo, los estudios han demostrado que los gusanos producen grandes cantidades de neurotransmisores cuando están dentro del huésped y también hacen que el huésped produzca más neurotransmisores.
En algún punto esto hace que el grillo se comporte de una manera anormal y suicida, despidiéndose de la vida terrestre en favor de una tumba acuosa temprana.
Con información de IFL Science
