Estudiante de Cobach era muy tranquilo: compañeros

Amigos y compañeros de Omar Gutiérrez Mireles, el estudiante de 16 años de edad del Cobach Nueva Tijuana, que falleció la noche de ayer luego de haber recibido dos balazos en un asalto cerca del recinto, mencionaron esta tarde que el joven era una persona muy tranquila y callada que nunca se metía en problemas, por lo que lamentaron el hecho y dijeron sentirse preocupados, ya que es muy frecuente que se presenten asaltos en esa zona.

En entrevista, uno de los estudiantes llamado Ismael “N” (se omite el nombre completo por su seguridad), mencionó que él se pudo percatar de gran parte de la situación, relató que él y otros de sus amigos estaban sentados en la banca del Centro DIF y Omar estaba en frente, del otro lado de la acera, porque como luego las calafias pasan muy llenas, los estudiantes suelen caminar un poco más adelante para agarrar lugar.

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Él estaba ahí, dijo, junto a uno de sus amigos, esperando a que pasara el transporte, mientras él y una de sus amigas estaban quemando cuetes pequeños, entonces, detalló, tronó uno y después tronó otro más fuerte, lo cual se les hizo raro y así voltearon a ver al otro lado de la calle, fue cuando se percataron que el muchacho Omar cayó de rodillas al piso, pero se intentaba levantar y se quería impulsar con las manos.

Cuando vieron que algo pasaba, se acercaron a ver qué sucedía y, dijo, Omar mencionaba algo como “Chuy, Chuy”, que era su amigo que también estaba ahí pero se echó a correr cuando pasó todo.

De acuerdo con Ismael, lo que mencionaron otros estudiantes fue que los querían asaltar y les pidieron que sacaran los celulares, eran dos personas vestidas de negro que llegaron a pie y uno de ellos tenía puesta una gorra, entonces su amigo dijo que no tenía y se salió corriendo, pero Omar se resistió, dijo, porque “según” era boxeador e intentó resistirse y defenderse a golpes, ahí fue cuando le dispararon dos veces, dijo.

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Ellos de inmediato reaccionaron y una de sus amigas sacó un suéter para ayudarlo y se lo amarró al pecho, para tratar de parar tanta sangre que le salía del pecho, otra de ellas lo tomó de la mano porque “se retorcía muy feo, como queriéndose levantar”, y ellas le comenzaron a decir que se tranquilizara, que todo iba a estar bien, que ya iba a llegar la ambulancia y le pedían que no cerrara los ojos, porque estaba agonizando.

Enseguida, continuó relatando, se juntaron varias personas para ver qué pasaba y comenzaron a llamar a la ambulancia, pero no contestaban y luego a la policía y tampoco contestaron, ya que las líneas estaban ocupadas, dijo, así estuvieron marcando varias veces al 911 pero no contestaron en ningún momento.

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Ante la situación, resaltó que le pidieron que le avisara al prefecto y salió corriendo de regreso a la escuela, en el camino se encontró al guardia y le comentó todo lo que estaba sucediendo, dijo que el guardia voceó al prefecto por la radio y en lo que llegó al lugar él le marcó a una ambulancia y ya fue que contestaron y tomaron el asunto.

Ismael refirió que mientras esperaban ahí, llegó una patrulla de la Policía Municipal, de la que bajó una pareja porque según a ellos también los acababan de asaltar las mismas personas y los andaban buscando, agregó que a los dos minutos llegó una panel blanca con un estudiante de su escuela, pues también a él lo habían asaltado las mismas personas de negro y lo acompañaba su papá, dijo que el muchacho “todavía estaba temblando del susto que le metieron”.

“Al rato pasó una ambulancia y el prefecto trato de pararla pero no le hizo caso y se fue de largo, pero desde ese momento el prefecto volvió a marcar y todavía tardó como 15 minutos la ambulancia en llegar, pero antes de eso, llegaron más policías Municipales y nos empezaron a quitar diciéndonos un montón de groserías, a la muchacha que tenía tomado de la mano a Omar la quitaron y la aventaron y le dijeron ‘ya ábrete a la chingada’”.

Israel explicó que las cosas de Omar quedaron en el piso y él agarró su mochila y el suéter, otro muchacho agarró el celular y marcó a la casa de Omar para avisarle a su familia sobre lo que acababa de suceder con su hijo, ya luego, dijo, el prefecto le pidió la mochila del muchacho y se la dio, pero, resaltó, al otro muchacho un policía le quitó el celular y ya no se lo dio, “se lo quedó pero no nos dimos cuenta de qué corporación era”, esto, dijo, porque después llegaron más policías pero Federales.

Lo curioso de todo el asunto, dijo Israel, fue que se estaban peleando entre los policías y discutieron muy fuerte, eso porque, según pudo percibir, unos policías ya estaban interrogando al amigo de Omar, quien regresó al lugar, y los otros llegaron a querer quitarlos y ellos interrogar al muchacho, pero “ahí estaban revueltos discutiendo un rato”.

Detalló que ya cuando los paramédicos subieron a Omar a la ambulancia lo llevaron a la Clínica 1 porque mencionaron los paramédicos que el joven estaba herido de gravedad, después que se lo llevaron, agregó, llegaron otras ocho patrullas y los policías empezaron a buscar los casquillos, además que acordonaron el lugar, después la gente comenzó a retirarse.

Israel mencionó que entre lo de los balazos y que llegó la ambulancia pasaron alrededor de 20 minutos y que el hecho sucedió como a las 8:05 de la noche, sobre Omar dijo él solamente lo conocía de vista porque son de distinto semestre, aunque cuando salían de la escuela siempre se encontraban en la misma calafia, ya que vivía cerca de su casa.

Resaltó que Omar era muy serio y muy callado, porque una ocasión, incluso, unas amigas suyas se acercaron para pedirle su Facebook y casi no platicó con ellas, dijo, además de eso coincidió con los demás estudiantes, pues reiteró que el muchacho nunca se metía en problemas y se veía como un alumno normal.

Finalmente dijo que como alumnos sí les preocupa un poco la situación ya que ahí han asaltado muchas personas, a varios sus amigos, dijo, ya les ha tocado ahí por la misma zona, porque son distancias largas y en la noche ya está muy oscuro, por ello, agregó, ayer mismo en redes sociales comentaron este hecho y todos se quejaron de los guardias que cuidan aquí, porque no estaban cerca cuando todo sucedió.