Los estudiantes de una escuela secundaria de Tasmania andan en bicicleta con el deseo de combatir el cambio climático, implementando una transformación vertiginosamente completa del edificio de su escuela en una inspiración energéticamente eficiente.
Está dando sus frutos a lo grande, ya que han ayudado a ahorrar $ 44,000 en facturas de servicios públicos desde que comenzaron sus actividades de ahorro de energía, pero también está inspirando a los jóvenes de la comunidad a tomar medidas para el futuro del planeta a escala local.
400 estudiantes asisten a la escuela secundaria Huonville en Australia, que recientemente ganó el premio Zayed Future Energy de $ 133,000, parte de la cual se utilizó para renovar un edificio para que sirva como Zayed Future Energy Hub; una casa club donde 13 voluntarios aprenden y enseñan cómo se puede aplicar la energía renovable a nuestra vida diaria.
Entre la miríada de modificaciones de eficiencia, instalaron paneles solares en el techo y reemplazaron las ventanas viejas con ventanas de doble y triple acristalamiento. Agregaron un aislamiento mejorado y cortinas energéticamente eficientes.
Incluso tienen bicicletas estáticas que generan electricidad para cocinar alimentos, que en el caso de un artículo de ABC News Australia, eran donas.
El aula hacía frío por las mañanas, pero los estudiantes querían cero emisiones de carbono a través de la calefacción. Así que salieron y compraron una estufa de pellets, y luego, si eso no fuera suficiente, salieron y construyeron una fábrica de pellets para hacer su combustible a partir de aserrín de desecho.
Alimentar un edificio pequeño en el campus de una escuela secundaria o cocinar donas en freidoras de grasa renovables es bueno, pero hará poco por sí solo para frenar el cambio climático global, pero el Hub tiene mucho más que ver con el panorama general. Nel Smit, el maestro voluntario-director del Hub sabe que su mayor contribución es excitar las mentes de la próxima generación.
“Esta pequeña escuela en el Valle de Huon, en realidad está haciendo cosas asombrosas”, dijo Smit a ABC. “Ha creado conciencia sobre la energía renovable, la eficiencia energética y las oportunidades en la comunidad para involucrarlos en ese tipo de tecnología”.
No solo los adultos están entusiasmados con el proyecto, ahora en su quinto año.
“Ser parte de Zayed definitivamente me ha ayudado a sentir que estoy haciendo algo. Estoy haciendo un cambio, y eso me ha tranquilizado para no estar tan preocupado o frustrado con el mundo ”, dijo Aisha Fisher, estudiante y voluntaria de Zayed Hub.
“La creencia de que es posible detenerlo es la clave, creo”, dijo Christopher Allen, otro voluntario de Hub. “Podemos actuar como jóvenes, no importa tu edad, tienes voz y cualquier acción cuenta”.
Con información de Good News Network
