Algunos se acurrucaban en pequeños grupos, se consolaban mutuamente a través de sus lágrimas y de las almohadas que habían llevado para el largo viaje que tenían por delante. Otros estaban enojados y desafiantes, gritando sus demandas de reforma de armas cuando abordaban los autobuses.
Pero como una vanguardia de aproximadamente 100 estudiantes de la preparatoria Marjory Stoneman Douglas se preparó para llevar su campaña #NeverAgain de rápido crecimiento de su campus destrozado a la puerta de los legisladores de Florida en Tallahassee, su mensaje fue simple: acabar con los tiroteos en las escuelas.
Muchos de los que llegaron a Tallahassee a última hora del martes por la noche vinieron directamente de los funerales de sus amigos para comenzar la caminata de ocho horas y 450 millas.
Apenas una hora antes, habían despedido a sus compañeras de clase Carmen Schentrup, de 16 años, y tres de 14, Cara Loughran, Gina Montalto y Peter Wang, que estaban entre los 14 niños y tres docentes adultos asesinados en el tiroteo de la semana pasada .
“Así es como nos las estamos arreglando, así es como estamos afligidos, esto es lo que nos mantiene unidos”, dijo Sofie Whitney, una senior de Stoneman Douglas, a The Guardian antes de subir a su autobús. Los adolescentes se reunirán con los legisladores el miércoles por la mañana para analizar las medidas de control de armas y luego unirse a una coalición de grupos activistas para un mitin antipatía a mediodía en los escalones del capitolio estatal.
Whitney dijo que los intentos de los estudiantes de canalizar su dolor insondable en una campaña enfocada habían sido un torbellino emocional exhaustivo.
“La única forma de pasar es haciendo el cambio. Hay un centenar de niños de una escuela a los que les dispararon hace menos de una semana y que vienen específicamente para ellos, por lo que si esos legisladores no son receptivos, eso es bastante embarazoso para ellos “.
Whitney, uno de los tres fundadores del movimiento #NeverAgain que anunció el domingo una Marcha en todo el país el 24 de marzo, dijo que los estudiantes simplemente buscaban soluciones de “sentido común” para el control de armas.
“No necesitamos una factura completa para que se escriba de la noche a la mañana, pero necesitamos algunas medidas, necesitamos que comiencen a ayudarnos a hacer el cambio”, dijo.
Entre las demandas de los estudiantes se encuentran verificaciones de antecedentes más estrictas para la posesión de armas y regulaciones que evitarían que las armas de asalto caigan en manos de los enfermos mentales.
Con información de The Guardian
