TIJUANA, Baja California.- En noviembre del año pasado se puso en marcha el programa “Beca Raite”, que consiste en entregar boletos de transporte público a alumnos de bajos recursos o que simplemente tienen un estudio socioeconómico deficiente, sin embargo con escasas semanas los usuarios señalaron las fallas de este.
De acuerdo con las declaraciones de algunos estudiantes, días después de iniciar el programa se percataron que al momento de subir al transporte y presentar el boleto, los choferes dejaron de aceptarlo y no les permitían el acceso.
La razón de este comportamiento fue porque a los mismos transportistas se les prometió rembolso de los boletos obtenidos, sin embargo hasta la fecha ellos mismos han denunciado que no han visto ni un peso, ya son cerca de 300 los que se han quejado, sumado a los 700 alumnos y padres de familia.
Por tal situación, el grupo “Cimarrones en Defensa” entregó al Instituto Municipal de la Juventud (IMJUV) un documento para que el director les conceda una audiencia y definir las soluciones del problema, mientras que inevitablemente la responsabilidad recaerá en el presidente municipal.
“Básicamente es un solicitud de audiencia para que el director del imjuv nos pueda recibir y pueda darle atención a las quejas ya unificadas de tanto chóferes, estudiantes y padres de familia, los tres grupos se están viendo afectados por el programa fallido de la beca raite, fundamos en contra del presidente municipal para que de cumplimiento a su promesa de campaña porque este programa está fallando”, indicó Daniel Alcaraz, coordinador de “Cimarrones en Defensa”
Anteriormente una joven había denunciado la situación, con apoyo de cimarrones se presentó una queja ante el injuve pero no procedió bajo el argumento de que sólo era una persona, la chica de nombre Marisela y estudiante universitaria explicó que sólo tres semanas le fueron aceptados los boletos.
“Conseguimos unos boletos que nos dijeron que me iban a servir para no pagar el transporte, que iba a ser gratuito, pero después de un tiempo me decían los calafieros que ya no iban a ser recibidos y me afectada porque mis padres no tenían los recursos suficientes para seguir pagando mi transporte, tenía que tomar dos camiones si es bastante retirado, vivo cerca de playas y ni siquiera fue el mes eran como tres semanas”, expresó la joven.
Con información: Monserrat Chávez
