Con anticipación, el Centro de Huracanes de Estados Unidos emitió advertencias sobre la gravedad del huracán ‘Otis’.
CIUDAD DE MÉXICO.- Desde la tarde del lunes 23, el centro comenzó a difundir “mensajes clave” numerados que detallaban la evolución del fenómeno y alertaban sobre sus efectos. Uno de estos mensajes, emitido a las seis de la tarde del martes 24, calificó a Otis como un huracán de categoría cinco “potencialmente catastrófico”.
Las advertencias del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos se hicieron públicas y describieron a Otis como “extremadamente peligroso”, advirtiendo sobre marejadas “potencialmente catastróficas” e inundaciones costeras “potencialmente mortales”. Con esta considerable anticipación, se instó a la población a acelerar sus preparativos para proteger vidas y propiedades.
El centro emitió una serie de avisos oficiales de advertencia, que se difundieron a través de medios como su cuenta de Twitter. Incluso, el gobierno de Estados Unidos envió mensajes por correo a sus ciudadanos a través de la Embajada y el consulado, ofreciendo información de contacto para emergencias y recomendando buscar refugio. Sin embargo, algunos turistas informaron que no recibieron alertas ni orientación por parte de las autoridades mexicanas.
El Centro Nacional de Huracanes también proporcionó detalles sobre la evolución de Otis a lo largo del tiempo. Desde que era una tormenta tropical, advirtieron sobre la posibilidad de que se convirtiera en un huracán y tocara la costa sur de México. Estos informes detallados y constantes seguimientos permitieron a la población estar preparada para el impacto de Otis.
A medida que Otis se fortalecía, el centro actualizó sus advertencias, anunciando la expectativa de un huracán de categoría 4 “extremadamente peligroso” cuando tocara tierra en el sur de México. Sin embargo, en un breve lapso de tiempo, esta evaluación cambió, y el centro emitió un “aviso especial” en el que informaba que Otis alcanzaría la intensidad de categoría 5 al tocar tierra.
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Cuando Otis llegó a las playas de Acapulco, lo hizo con devastadores vientos de 165 millas por hora (265 kilómetros por hora), y se emitió una advertencia de posibles daños catastróficos. A medida que avanzaba tierra adentro, el huracán Otis continuó provocando lluvias intensas, inundaciones urbanas y riesgo de deslizamientos de tierra en terrenos más altos.
Finalmente, alrededor del mediodía del 25 de octubre, Otis se debilitó y se convirtió en tormenta tropical, disipándose tierra adentro, según el último aviso del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
Con información de Proceso
