Para la mayoría de los colombianos, el ex jefe rebelde de las FARC, Rodrigo Londoño, más conocido por su alias “Timochenko” en tiempos de guerra, se asocia más con los secuestros y los ataques con bombas que las encuestas electorales y la campaña electoral.
Por lo tanto, un anuncio de que el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Desmovilizadas de Colombia, las FARC, planea presentarse como candidato a la presidencia en las elecciones del próximo año, ha provocado una indignación generalizada en la nación andina.
Su primera prueba será convencer a un electorado sospechoso de que ha dejado atrás su pasado violento. A los pocos minutos del anuncio, “Timochenko” estaba en Twitter en Colombia, y la mayoría de los usuarios expresaron su enojo.
“Cada voto que recibe Timochenko es un insulto a las víctimas”, tuiteó un usuario.
Pero el movimiento de Londoño en la política es una parte crucial de un acuerdo de paz sellado en noviembre pasado, que puso fin a 52 años de guerra que dejaron 220,000 muertos y más de siete millones de desplazados.
Inicialmente, el acuerdo no aprobó un referéndum público, y muchos votantes objetaron el componente que prometía a los rebeldes 10 escaños no disputados en el Congreso durante dos ciclos electorales.
Aunque el acuerdo de paz fue enmendado y luego ratificado por el Congreso, es improbable que el anuncio del miércoles mitigue los temores de que muchos colombianos alberguen una organización comunista en la política dominante.
Algunas reacciones en las redes sociales fueron más positivas, sin embargo. “Prefiero que Rodrigo Londoño pierda legalmente las elecciones y que deje de asesinar ilegalmente a civiles, soldados y policías”, escribió un usuario.
Los rebeldes lanzaron su partido político a fines de septiembre después de la entrega de 7.000 armas, cambiando su nombre a la Fuerza Alternativa Revolucionaria Común, y manteniendo el acrónimo de las FARC
Con información de The Guardian
