Vicente Guerrero -De nueva cuenta el valle de San Quintín, se ha manchado de sangre y la comunidad se encuentra de luto, al registrase el asesinato de una mujer y su nieta, el pasado jueves en la comunidad de Santa Fe.
Los hechos ocurridos son un claro ejemplo que no existe ningún programa que tenga seguridad para las familias, que cuentan con hijos inmersos en las drogas, ya que al parecer a nadie le interesa el tema.
En el valle de San Quintín hace varios años, ya existió un grupo de jóvenes que se hacían llamar “Jabes”, ellos interactuaban en las colonias más conflictivas con jóvenes, que se miraban que estaban relacionadas con el uso de las drogas.
Antes esta problemática se aplicaban trabajos como el arte y pinturas murales en sus colonias, torneos deportivos, así como apoyos a quienes más lo necesitaban para poder rescatarlos del mal camino.
Pero desafortunadamente no existían apoyos para este grupo altruista, que terminó por desaparecer de forma instantánea, olvidándose el gobierno de lo necesario que era atender a este sector.
Otros programas por parte del municipio, no tienen la mayor relevancia como la Patrulla Juvenil y el DARE, que son programas obsoletos que solamente están enfocados a un sector de la población.
Por lo tanto deberán los tres órdenes de gobierno, buscar un programa que garantice la seguridad de las familias, ante un problema de drogas y evitar que se sigan registrando este tipo de hechos sangrientos.
