TIJUANA, Baja California.- Los niños no deberían estar en las calles vendido chicles o haciendo malabares para sobrevivir, sin embargo, la pobreza los arrastra ser víctimas de la explotación infantil.
En México, hay aproximadamente 3 millones de niños y adolescentes en esta condición; lo preocupante no solo es que salgan a las avenidas y bulevares a trabajar, sino que caigan en manos de los explotadores sexuales, un panorama complicado para los infantes y un lujo para sus compradores.
De acuerdo con el antropólogo Víctor Clark, la explotación laboral infantil va de la mano con la pobreza.
“En este país, las condiciones económicas va a aumentar en 10 millones de mexicanos que van a ingresar a los niveles de pobreza y si la razón de la explotación infantil tiene como base la pobreza, lo más seguro es que el número de niños de entre cinco y 17 años, en condición de explotación laboral, va a aumentar también”, consideró.
La falta de recursos obliga a los menores a salir a las calles a buscar el sustento que sus padres en muchas ocasiones no pueden cubrir, sin embargo, los pequeños se topan con los explotadores sexuales que abusan de su necesidad.
En Tijuana, la Zona Norte es el punto clave para los proxenetas.
“El comercio sexual, en este país hay una intensa actividad del comercio sexual, no solo para explotarlos en las zonas de tolerancia y fuera de zona de tolerancia, si no también algunos son cruzados a Estados Unidos, entonces es un problema muy completo que es muy difícil darle una solución”, dijo Clark.
De acuerdo con el especialista, las edades de los menores que son utilizados para explotación van desde los 12 a 16 años.
Las ciudades de Estados Unidos donde son trasladados para el trabajo sexual son Nueva York, Las Vegas y Los Ángeles.
Con información de: Carolina Vázquez
