Los líderes de la oposición en la República Democrática del Congo (RDC) han pedido un nuevo esfuerzo para derrocar al presidente Joseph Kabila, que aún no ha fijado fechas para las elecciones en el gran estado de África central a pesar de su segundo mandato expiró nueve meses atrás.
“La gente está cansada”, dijo Martin Fayulu, un miembro de la oposición del parlamento, que pidió una campaña de un mes de desobediencia civil.
“Quieren elecciones y quieren que Kabila se vaya antes de fin de año. Incluso las multitudes de fútbol ahora están cantando ‘Go Kabila Go’ “, dijo Fayulu, que encabeza el compromiso para la ciudadanía y el desarrollo.
Otras figuras prominentes de la oposición también han dicho a sus partidarios que deben prepararse para las protestas callejeras y las huelgas en las próximas semanas para presionar al gobernante de la República Democrática del Congo, que ha mantenido el poder desde 2001.
El fin del mandato de Kabila en diciembre llevó a una represión contra los manifestantes en Kinshasa y otras grandes ciudades, lo que resultó en al menos 40 muertes.
En enero, el presidente de 47 años de edad acordó celebrar encuestas este año en un acuerdo con facciones de la oposición promovidas por la iglesia católica.
Los partidarios de Kabila dicen que el presidente quiere celebrar elecciones pero se ha visto impedido de hacerlo por la escasez de fondos y por obstáculos logísticos, como la falta de un padrón electoral completo y confiable.
“Con respecto a la celebración de las elecciones, Joseph Kabila está siguiendo la constitución y el acuerdo del nuevo año”, dijo el portavoz del gobierno, Atundu Liongo.
Félix Tshisekedi, líder de la principal coalición de partidos de oposición, y Moïse Katumbi, ex gobernador de la provincia de Katanga y el líder político más popular de la RDC, recientemente pidieron que Kabila renuncie a un gobierno interino organizar elecciones.
Katumbi permanece en el extranjero, tras una condena por fraude que los seguidores dicen que es falsa y políticamente motivada.
Los analistas dicen que el acuerdo hecho a principios de enero ahora se ha roto por completo, pero la oposición tendrá dificultades para obligar a las concesiones de Kabila.
Con información de The Guardian
