El extraño caso del desaparecido señor Müller

Por Diego REINARES
Alemania tiene motivos para la celebración después de su clasificación para las semifinales de la Eurocopa, este sábado en los penaltis (6-5 tras empate 1-1) ante Italia, pero uno de sus estandartes, Thomas Müller, vio la alegría bastante mitigada por su actuación personal.
De nuevo sin gol, Müller añadió a esa falta de efectividad su lanzamiento fallado en la tanda decisiva, afortunadamente sin consecuencias luego por los errores de los italianos y, sobre todo, el acierto de su compañero Manuel Neuer.
Las Eurocopas no se le dan bien a Müller, al menos hasta ahora.
Ningún gol en su carrera en ellas, mientras que en los Mundiales sí parece plenamente inspirado. Primero en el de Sudáfrica-2010, su primera gran cita internacional, donde compartió el título de máximo anotador con el español David Villa, el holandés Wesley Sneijder y el uruguayo Diego Forlán. Cada uno con 5 tantos.
Cuatro años más tarde, en el título mundial de Alemania en Brasil-2016, Müller contribuyó con otras 5 dianas, sólo superado por las 6 del colombiano James Rodríguez.
Su efectividad goleadora es muy buena con los números en la mano, con 32 tantos en 76 partidos con la selección alemana. Diez de esos goles después del Mundial de Brasil.
En esta temporada ha logrado 20 dianas en la Bundesliga con el Bayern de Múnich, lo que le permitió quedar tercero en la tabla de máximos anotadores del torneo, a 10 del primero, su compañero polaco Robert Lewandowski. Ningún otro jugador de nacionalidad alemana le superó en efectividad anotadora en ese campeonato.
Por eso resulta tan extraña su falta de puntería en los estadios de Francia, donde ya no marca ni desde los once pasos.

Frustración en Francia

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En los cinco partidos disputados por Alemania en la Eurocopa-2016, Thomas Müller ha estado en el once titular y ha jugado íntegramente todos los encuentros, por lo que la confianza en él de Joachim Löw no ha flaqueado ni por un momento.
En el partido de debut ante Ucrania (2-0), lo intentó por diversas vías, pero sin la frescura de otras ocasiones. Su mejor aportación fue un gran pase a Jonas Hector que su compañero no pudo empalmar en el área pequeña, cuando tenía una buena situación para abrir el marcador.
Contra Polonia, en el segundo partido, Alemania se enredó en la tela de araña tejida por el seleccionador Adam Nawalka.
Y Müller no fue una excepción, limitándose a destellos puntuales, de nuevo como pasador, pero Toni Kroos no tuvo puntería.
En el tercer partido, contra Irlanda del Norte, Müller tuvo una grandísima ocasión en el inicio del partido, pero en el mano a mano envió el balón al cuerpo del arquero Michael McGovern.
El jugador del Bayern de Múnich volvió a perdonar con un tiro demasiado cruzado en el 23 y luego con un remate de cabeza al palo (26). No era la tarde de Müller y en el 34 envió al larguero a centro de Mesut Özil.
No pudo estar tan activo como en esa primera parte ante Irlanda del Norte en el partido de octavos de final contra Eslovaquia, donde Alemania se impuso 3-0, sin protagonismo de Müller.
Contra Italia, su penal fallado en la tanda decisiva y su mirada al suelo lo resumían todo.
Con Alemania clasificada para semifinales, Müller tendrá el jueves en Marsella ante Francia o Islandia una nueva oportunidad para elevar el vuelo de una vez.
Ni Löw ni los aficionados de su país renuncian a ver en acción al Müller mágico al que todos están acostumbrados y que por el momento es una de las estrellas apagadas del torneo.
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