El presidente de Austria ha jurado un nuevo gobierno en medio de protestas silenciadas contra el prominente papel de la extrema derecha en el gabinete.
El fin de semana, el nuevo canciller, Sebastian Kurz, del Partido Popular de Austria, llegó a un acuerdo con el partido Freedom, un grupo nacionalista fundado después de la Segunda Guerra Mundial por ex miembros del partido nazi y ahora encabezado por Heinz-Christian Strache.
El acuerdo de coalición convierte a Austria en el único país de Europa occidental con una presencia de extrema derecha en el gobierno. A los 31 años, Kurz es el jefe de gobierno más joven del mundo.
El Partido Popular de Kurz ganó el 32% de los votos en las elecciones de octubre, asegurando 62 escaños en el consejo nacional de 183 escaños. El partido Freedom quedó en tercer lugar con el 26% de los votos y 51 escaños.
La policía estimó que unas 5.500 personas asistieron a las protestas en Viena el lunes, un número mucho más bajo que las decenas de miles que resultaron la última vez que el partido Freedom ingresó al gobierno. El 19 de febrero de 2000, 150,000 austriacos salieron a las calles de Viena para protestar contra el gobierno entrante.
El lunes, una fuerte presencia policial de unos 1.500 oficiales, helicópteros y camiones de agua bloqueó el área alrededor del Palacio de Hofburg en el período previo a la ceremonia de toma de posesión dirigida por el presidente austriaco, Alexander Van der Bellen.
Mientras marchas de estudiantes, feministas y grupos antifascistas convergían en la céntrica Plaza Heldenplatz, la gente blandía carteles que decían “Refugiados bienvenidos”, “nazis afuera” y “sin cerdos nazis”.
La policía disparó una granada de humo cuando algunos manifestantes intentaron atravesar una barricada, dijo un fotógrafo de Agence France-Presse.
Con información de The Guardian
