Fidel Castro, el niño predilecto de un pequeño pueblo en Cuba

En Birán, pueblo natal de Fidel Castro, “nadie esperaba” que este joven estudiante, rebelde y amante de la naturaleza, fuera a dejar las comodidades de su propiedad familiar para lanzarse en la revolución en 1959, según cuenta su medio hermano Martín.

“Hablaba poco (de sus planes) porque temía que ‘el viejo’ (su padre) pudiera enterarse”, explica a la AFP, sentado en un sillón en una modesta casa, Martín Castro Batista, de 77 años, hijo del mismo padre pero de madre diferente, que conserva un parecido con su famoso hermano.

- Publicidad-

Situada en medio de colinas y plantaciones de caña de azúcar, a 800 km de La Habana, la ciudad de Birán vio nacer a Fidel y después a su hermano Raúl, de la pareja entre Angel Castro, un inmigrante gallego, que llegó a Cuba como campesino pobre y se convirtió en rico hacendado, y Lina Ruz, una campesina cubana.

En Birán, pueblo natal de Fidel Castro, “nadie esperaba” que este joven estudiante, rebelde y amante de la naturaleza, fuera a dejar las comodidades de su propiedad familiar para lanzarse en la revolución en 1959, según cuenta su medio hermano Martín.

“Hablaba poco (de sus planes) porque temía que ‘el viejo’ (su padre) pudiera enterarse”, explica a la AFP, sentado en un sillón en una modesta casa, Martín Castro Batista, de 77 años, hijo del mismo padre pero de madre diferente, que conserva un parecido con su famoso hermano.

- Publicidad -

Situada en medio de colinas y plantaciones de caña de azúcar, a 800 km de La Habana, la ciudad de Birán vio nacer a Fidel y después a su hermano Raúl, de la pareja entre Angel Castro, un inmigrante gallego, que llegó a Cuba como campesino pobre y se convirtió en rico hacendado, y Lina Ruz, una campesina cubana.

“Fidel era intranquilo desde bebé, padecía ya de insomnio, tardaba en dormirse. Era un niño muy alegre y muy rebelde. Le gustaba estar en cualquier lugar menos en la casa”, cuenta.

- Publicidad -

“Nadaba, montaba a caballo, se tiraba al río crecido, escalaba la montaña, era de mucha audacia, era un niño temerario”. En esos años nada hacía adivinar que sería el “comandante en jefe” o el “líder máximo”.

– “La gente más pobre” –

“Todos los compañeros con los cuales yo juego, en Birán, con los que voy para arriba, para abajo, por todas partes, son la gente más pobre”, explicó Fidel Castro en su entrevista con Ignacio Ramonet.

“Seguramente lo que más me ha influido es que, donde yo nací, vivía con la gente más humilde. Recuerdo a los desempleados analfabetos que hacían cola en las proximidades de los cañaverales”, añade.

A él le encantaba pasar tiempo “descalzo” charlando con los empleados haitianos -unos 80 en total que trabajaban en la propiedad de la familia Castro -. “Fidel vivía más aquí que en casa, su madre lo tenía que ir a buscar”, cuenta Antonio.

Fidel, quien partió de Birán a los seis años para ir a una escuela en Santiago de Cuba, regresaba regularmente a pasar sus vacaciones en su ciudad natal para disfrutar del campo.

“Salía a cazar pajaritos con su perro Napoleón”, narra Antonio, al señalar una foto de Fidel adolescente, cargando su fusil al lado de un animal.
“Siempre andaba con armas, le gustaba cazar, se ponía a tirar al aire”, confirma Martín, su medio hermano.

Paco Rodríguez, de 91 años, a quien los hermanos Castro cariñosamente apodaron “Paquito”, recuerda bien a su amigo: “Jugábamos juntos, fuimos a la escuela juntos, entrenábamos en boxeo, jugábamos a la pelota”, recuerda nostálgico.

En Birán es casi tarea imposible encontrar una persona crítica a Fidel o que mencione las violaciones a los derechos humanos denunciadas en su contra por la ONU y sus opositores.

“Es el hijo predilecto de este lugar”, afirma Antonio. “Aquí, hasta las piedras quieren a Fidel”.

Nadie olvida que cuando comenzó a nacionalizar las tierras tras la revolución de 1959, Fidel Castro empezó por aplicar la regla en casa con su propiedad familiar.

Si bien sus padres le construyeron una casa confortable al lado de la suya, el nunca la utilizó.

“Hubiera podido vivir aquí tranquilo. Cambió todo esto por la Sierra Maestra”, donde lanzó la revolución, destaca Antonio.

“El tenía de todo, era un hombre rico”, dice “Paquito”, pero debido a su estrecha relación con los empleados haitianos de la familia “vio que había injusticia”. Entonces “se lanzó”.