Francia espera su cosecha de uva de vino más pobre desde 1945 después de un marzo inusualmente suave y un abril frío, según los expertos, aunque el verano caliente promete entregar una excelente calidad.
“En las cosechas por todas partes, en lugares donde pensamos que habría un poco menos, hay mucho menos”, dijo Jérôme Despey, director de un consejo gubernamental de asesoría vitivinícola. La cosecha de este año será la más pequeña desde 1945, dijo en una conferencia de prensa.
El Ministerio de Agricultura francés dijo que la producción se espera que total 37,2 millones hectolitros – 18% menos que 2016 y 17% por debajo de la media en los últimos cinco años. La cosecha de 2016 fue una de las más pobres en 30 años.
Despey dijo que las cifras del ministerio se basaron en las evaluaciones hechas a principios de agosto, antes del inicio de las cosechas, que han comenzado en el sureste unas dos semanas antes de lo habitual.
Despey, que también es secretario general del mayor sindicato de agricultores de Francia, la FNSEA, dijo la semana pasada que esperaba una caída de 40% en la producción de la región vitivinícola de Burdeos, la más grande del país. Los viñedos en el noreste de Alsacia, que produce principalmente vino blanco, también fueron golpeados duramente.
La caída de la producción de este año “se debe principalmente a la severa helada de primavera que afectó a todas las regiones vitícolas en distintos momentos en un momento sensible para la vid”, dijo el Ministerio de Agricultura.
El frío amargo golpeó dos veces en una semana en abril, devastando los brotes frágiles que habían surgido prematuramente después de temperaturas suaves en marzo. Para combatir la helada, los viticultores de Burdeos incendiaron tambos de petróleo y luego los colocaron cuidadosamente entre las hileras de vid. Los ventiladores gigantes también fueron desplegados para combatir el aire frío, húmedo que se asentaba en las plantas.
Algunas pérdidas también se prevén en la región de Borgoña, donde las vides han sido golpeadas repetidamente por el granizo en los últimos años.
Los viñedos del sur, el Beaujolais y el valle del Ródano sufrieron durante un verano excepcionalmente seco que deprimirá aún más los rendimientos, dijo el Ministerio de Agricultura. Pero una ventaja de la sequía es que reduce el impacto de las enfermedades en las vides.
Con información de The Guardian
