La investigadora del Instituto de Biología de la Universidad Autónoma de México, Magda Carvajal Moreno, ha revelado una realidad que quizás siempre quisimos ignorar: las ‘garnachas’ tienen componentes cancerígenos que nos podrían afectar a largo plazo.
Lo más triste del caso es que no sólo son las garnachas; sino que muchos de los alimentos que consumimos en nuestra sociedad presentan las mismas sustancias que relacionamos con el cáncer: entre ellos el maíz, los cacahuates, el chile, el pollo, la leche, los embutidos, la cerveza, los pistaches, el huevo y el arroz.
Todos estos productos contienen una sustancia conocida como aflatoxinas, una serie de químicos producidas por cepas de hongos tóxicos que pueden provocar la muerte tanto en humanos como en animales. La presencia de esta sustancia en los alimentos suele estar asociado con cánceres de hígado principalmente, pero también de páncreas, pulmón, colorrectal o cérvico-uterino.
Con información de El Universal
