“Sin duda alguna el denominado Gasolinazo se pudo haber evitado con una reingeniería financiera en donde el Gobierno Federal recortara gastos innecesarios”, declaró el abogado fiscalista, Jorge Alberto Pickett Corona.
Dijo que la gasolina y el diesel tienen un costo sumamente alto debido a que están gravados con mucho impuesto, principalmente por el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IESPS), el cual grava a dichos hidrocarburos con tres cuotas y tasas diferentes, establecidas en sus artículos 2 y 2-A de la citada legislación, hecho que eleva su precio.
Señaló que a partir de este año, pagamos aproximadamente 50% de impuestos por cada litro de gasolina o diesel adquiridos, contribuciones que se deben a la reforma hacendaria.
Pickett Corona agregó que con la reforma energética se previó la liberación del precio de la gasolina para el año 2018. Sin embargo, debido a que el Congreso de la Unión derogó el artículo 14 transitorio de la Ley de Hidrocarburos, la Comisión de Competencia Económica, Comisión Reguladora de Energía y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público pueden definir precios a diestra y siniestra.
“Este hecho resulta a todas luces inconstitucional, pues el Poder Legislativo debió de haber señalado el precio de la gasolina y diesel, toda vez que éstos son la base del IESPS, situación que no ocurrió en especie, violentándose así el principio de legalidad tributaria”, enfatizó.
