Patches desapareció en enero de 2018 cuando un deslizamiento de tierra demolió la casa en la que vivía con su humana, Josie Gower. La pareja de Gower, Norm Borgatello, salió vivo. Gower, junto con otros 22 residentes de Santa Bárbara, no tuvieron tanta suerte.
Los seres queridos de Gower supusieron que Patches “estaba perdido” también, pero tres años después, el gato regresó.
Después de vagar por las calles por un tiempo, Patches terminó en el Programa de Asistencia al Refugio de Animales. Gracias a un microchip registrado a nombre de Gower, el personal del refugio pudo localizar a la hija de Gower, Briana Haigh, quien a su vez, alertó a Borgatello del regreso milagroso de Patches.
Cuando el gato y el hombre se reunieron para una conmovedora reunión de Nochevieja, Patches reconoció a Borgatello de inmediato.
Haigh dijo que la aparición de Patches justo antes del tercer aniversario del fallecimiento de su madre se sintió como un mensaje del cielo. “Creo que simplemente calienta un poco el corazón”, dijo Haigh a NPR. “Sé que mi mamá estaría muy feliz”.
Con información de Good News Network
