Israel se ha movido para prohibir a Al-Jazeera de operar en el país y en los territorios ocupados, uniéndose a un boicot de Jordania, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, que han acusado a la red de patrocinar el terrorismo.
El ministro de Comunicaciones, Ayoob Kara, dijo que las tarjetas de prensa para los reporteros de al-Jazeera serían revocadas. Su anuncio obedece a un voto del primer ministro, Benjamin Netanyahu, hecho en julio para cerrar la oficina de Jerusalén de la red de noticias financiada por el estado de Qatar.
La medida había sido anunciada en las últimas semanas como un punto muerto diplomático entre Qatar y el Consejo de Cooperación del Golfo (GCC), que había hecho que la central se cerrara a una lista de demandas entregadas a la familia gobernante en Doha.
El GCC estaba siguiendo una señal de Riyadh, que se trasladó a aislar a Qatar en junio, cuyos líderes acusa de respaldar a los enemigos regionales de Arabia Saudita, Irán y la Hermandad Musulmana, y de sembrar la división en la región.
Israel no es parte de las demandas dirigidas por Arabia Saudita, pero desde hace tiempo ha sido mordaz la cobertura de Al-Jazeera del conflicto palestino, acusando a la red de profundos lazos con Hamas y otros grupos militantes en Gaza y Cisjordania. El ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, ha descrito parte de la cobertura como propaganda “al estilo nazi”.
La medida sigue alineando los intereses de los estados del Golfo y el gobierno de Netanyahu, que se han acercado en los últimos años debido principalmente a las opiniones comunes sobre Irán y, más recientemente, sobre la Hermandad Musulmana, que tiene vínculos con Hamas. Todos afirman que al-Jazeera el árabe ha incitado a la violencia a través de su cobertura de los conflictos regionales.
Qatar ha argumentado durante mucho tiempo que el canal da voz a todas las partes interesadas en asuntos regionales, y ha programado regularmente entrevistas con funcionarios del gobierno israelí, una de las pocas redes árabes que lo han hecho.
Sin embargo, la cobertura de Al-Jazeera había sido un componente clave de un agravio que había sufrido entre sus vecinos cercanos durante años antes de la erupción después de la visita de alto perfil de Donald Trump a Riad en mayo, durante la cual apartó la política exterior de Irán y hacia Arabia Saudita , Un aliado tradicional de Washington.
El liderazgo saudí, en particular Mohammed bin Salman, que fue ungido príncipe heredero y heredero al trono semanas después, se movió rápidamente para afirmar su autoridad. Casi dos meses después, sin embargo, Qatar ha montado un bloqueo aéreo, terrestre y marítimo y desafiado las demandas de romper los lazos con Teherán o la Hermandad Musulmana.
El anuncio de Israel se produjo cuando el enfrentamiento no muestra señales de finalización. “Últimamente, casi todos los países de nuestra región determinaron que Al Jazeera apoya el terrorismo, apoya la radicalización religiosa”, dijo Kara. “Y cuando vemos que todos estos países han determinado que Al Jazeera es una herramienta del Estado Islámico, Hamas, Hezbollah e Irán, y somos los únicos que no lo hemos determinado, entonces algo delirante está sucediendo aquí. ”
Al-Jazeera no respondió al desarrollo, y el gobierno israelí no ofreció ningún calendario para el cierre. Tampoco quedó claro si el anuncio incluía reporteros de al-Jazeera English, que tiene un equipo editorial separado y que los críticos de la red no consideran tan estridente como la red árabe.
Con información de The Guardian
