Un tribunal de Japón ha declarado que la negligencia del Estado contribuyó a la triple fusión de la central nuclear de Fukushima Daiichi en marzo de 2011 y otorgó importantes indemnizaciones por daños a los evacuados.
Aunque los tribunales han otorgado indemnizaciones daños y perjuicios derivados del desastre en otros casos, la decisión del viernes es la primera vez que el gobierno ha sido considerado responsable.
El tribunal de distrito de Maebashi, cerca de Tokio, concedió 38,55 millones de dólares a 137 personas que se vieron obligadas a evacuar sus hogares en los días posteriores a que tres de los seis reactores de Fukushima Daiichi sufrieran un catastrófico desastre nuclear, el más importante desde Chernóbil en 1986.
A pesar de las afirmaciones oficiales de que el tamaño y el poder destructivo del terremoto y el tsunami eran imposibles de prever, la corte dijo que la crisis nuclear podría haberse evitado.
La sentencia dijo que el gobierno debería haber utilizado sus poderes reguladores para obligar al operador de la planta, Tokyo Electric Power (Tepco), quien también era responsable, a tomar las medidas preventivas adecuadas.
Los demandantes -incluyendo evacuados forzados y “voluntarios “- alegaron que el gobierno y Tepco podrían haber predicho un tsunami de más de 10 metros de altura que un día golpearía la planta.
Basaron su reclamación en un informe de 2002 en el que los expertos gubernamentales estimaron que había una posibilidad sobre cinco de que, en caso de que ocurriera un terremoto de magnitud 8, éste podría provocar un tsunami de ese tamaño.
En el momento del desastre, el regulador nuclear de Japón fue severamente criticado por sus lazos colusorios con la industria nuclear, lo que resultó en la formación de una estricta vigilancia que ha impuesto criterios más estrictos para el reinicio de los reactores nucleares que se cerraron a raíz del Desastre de Fukushima.
Tepco, que enfrenta una factura de descomunal para desmantelar la planta y compensar a los evacuados, dijo que respondería después de estudiar el fallo.
Los 137 demandantes, que ahora viven en varias regiones fuera de Fukushima, estaban buscando un total de 1.5 billones de yenes como compensación por el sufrimiento emocional.
