Si después de un golpe en la cabeza, se presenta somnolencia, mareo, náuseas, dolor de cabeza y alteraciones en la respiración, se debe acudir de inmediato al servicio de urgencias, ante la posibilidad de una lesión intracraneal.
Eduardo Ontiveros Reyes, traumatólogo del Hospital General Regional (HGR) número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Tijuana explicó que traumatismo craneoencefálico derivado de accidentes, es la cuarta causa de muerte que se registra en los servicios de urgencias, por encima de las enfermedades cardiovasculares, cánceres y complicaciones por diabetes mellitus.
Indicó que 80 por ciento de estos traumatismos suceden en casa; las más comunes son las caídas a la altura del piso en el baño, escaleras o azotea. El resto, ocurren en centros recreativos y vía pública.
Detalló que cuando hay pérdida de conocimiento después de un golpe en la cabeza, es indicación de que las estructuras del cerebro se movieron. Si el paciente se recupera de forma rápida, se considera una lesión de grado uno. Sin embargo, advirtió, hay que vigilarlo para detectar si se presenta somnolencia o cambios de conducta.
Es importante, dijo, no consumir alimento o medicamento alguno hasta después de varias horas. Además, por ningún motivo dejarle dormir y en caso de que el afectado hable incoherencias, debe considerarse también como una emergencia.
Si la caída fue superior a los cuatro metros de altura, no hay que moverlo ante la posibilidad de huesos rotos o lesiones en cuello y columna, por lo que se debe llamar a una ambulancia.
Destacó que entre los menores entre 2 y 5 años registran más golpes por caídas debido a que pierden el equilibrio por la desproporción de la cabeza con el cuerpo.
Son más peligrosos estos traumas, indicó, cuando suceden después de los 3 años, pues el cerebro ya creció a su máximo y no tiene suficiente espacio para soportar una inflamación o hemorragia intracraneal derivado de un traumatismo, mientras que en los menores de un año aún hay un margen en el cerebro, ya que su desarrollo termina a los trece meses.
Finalmente, Ontiveros Reyes indicó que si no se atiende adecuadamente un golpe severo, puede evolucionar hasta ocasionar una hemorragia intracraneal o un paro respiratorio y causar la muerte; en niños suelen presentarse trastornos en el aprendizaje, retraso psicomotor, falta de comprensión o déficit de atención.
