La activista climática Greta Thunberg le dijo sin rodeos a los miembros del Congreso que presten atención a las advertencias de los científicos sobre el calentamiento global en un día en que la angustia existencial de los jóvenes activistas se hizo oír en el corazón del poder de Washington DC.
Thunberg, la adolescente sueca que ha provocado un movimiento climático juvenil global, dijo en una audiencia en el Congreso que no tenía comentarios preparados aparte de presentar el histórico informe del IPCC, publicado el año pasado, que advirtió sobre la rápida catástrofe del calentamiento global.
“No quiero que me escuchen, quiero que escuchen a los científicos”, dijo Thunberg a los legisladores estadounidenses. “Quiero que se unan a la ciencia y que tomen medidas reales”.
Thunberg dijo al comité conjunto de la Cámara de Representantes que estaba “furiosa” cuando supo por primera vez de la crisis climática, y agregó que “debe darse por sentado” que la ciencia climática fue aceptada y aplicada.
La joven de 16 años fue recibida muy respetuosamente por los legisladores de EEUU, pero los políticos siguen profundamente divididos por la urgencia, e incluso la veracidad, de la crisis climática.
La audiencia tuvo lugar el día en que la administración de Donald Trump, que revirtió las principales políticas climáticas implementadas por Barack Obama, buscó obstaculizar la capacidad de California para promulgar normas de emisiones más estrictas para automóviles y camiones.
Los miembros republicanos del comité, sin embargo, elogiaron los esfuerzos de Thunberg y reconocieron la realidad del cambio climático. “Estoy de acuerdo en que debemos tomar medidas agresivas”, dijo Garret Graves, un republicano de Luisiana conocido por ser más próximo a la ciencia climática que muchos otros en su partido.
Graves discutió suavemente con Thunberg sobre su reiterada afirmación de que China, el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, debería ser el objetivo principal de la ira activista. Graves le preguntó a Thunberg, quien llegó a Estados Unidos en agosto en un yate con energía solar, qué haría si veía que otro bote tiraba basura al mar.
“Le diría [al] otro barco que deje de tirar basura en el océano”, dijo. Luego le dijo a Graves: “Soy de Suecia, un país pequeño, y es el mismo argumento: “¿Por qué deberíamos hacer algo? Miren a los EEUU, también están haciendo lo mismo”.
Los miembros del Congreso escucharon a otros jóvenes activistas climáticos que explicaron el trauma de crecer en un mundo preparado para mayores inundaciones, tormentas, olas de calor y disturbios debido al aumento de las temperaturas globales.
