Turquía se ha negado a liberar a dos guardias fronterizos griegos arrestados bajo sospecha de espionaje, en un movimiento que corre el riesgo de inflamar los ya tensos lazos entre los dos miembros de la OTAN.
Los abogados habían exigido que los dos hombres, un teniente y un sargento, fueran liberados el lunes, argumentando que accidentalmente se habían desviado por la frontera fuertemente defendida mientras patrullaban. El comando del ejército de Grecia dice que la pareja se perdió en el mal tiempo.
Los guardias, que desde entonces han sido fotografiados con uniforme y con la cabeza cubierta, insisten en que estaban siguiendo huellas en la nieve que, según creían, pertenecían a inmigrantes ilegales cuando entraron involuntariamente en Turquía el jueves pasado.
Pero una corte que sesiona en la ciudad de Edirne, donde los dos están detenidos en una prisión de alta seguridad, dijo que los soldados habían dado testimonios contradictorios. La televisión estatal turca informó que se había solicitado una investigación a fondo antes de que los funcionarios determinen qué cargos se deben presentar contra la pareja.
Informes de los medios dijeron que los funcionarios estaban analizando fotografías supuestamente tomadas por los griegos en teléfonos móviles, así como en equipos digitales.
El ministro de Asuntos Exteriores de Grecia, Nikos Kotzias, dijo: “Turquía debe aplicar las disposiciones del derecho internacional y no convertir un procedimiento de rutina en un importante problema legal y político”.
Se teme que los soldados hayan sido detenidos por las autoridades turcas deseosas de obtener la extradición de ocho militares turcos que huyeron a Grecia tras un intento de golpe de Estado contra el gobierno de Recep Tayyip Erdoğan en julio de 2016. Ninguno de los ocho tiene ha sido devuelto a Turquía ya que los tribunales griegos han dictaminado que no recibirán un juicio justo allí.
Los arrestos se producen en un contexto de crecientes tensiones entre Grecia y Turquía. El mes pasado, un barco patrullero turco embistió contra un buque griego de guardacostas cerca de un islote en disputa en el mar Egeo, causando daños extensos. Recientemente, Turquía despachó buques de guerra para detener la exploración de petróleo y gas frente a Chipre.
Con información de The Guardian
