Hermanitas de Usiel también son víctimas de violencia por parte del padrastro

Su sonrisa se apagó, no habrá más juegos, ni saltos ni risas, la desaparición del pequeño Usiel Alejandro solo dejo llanto y dolor a su familia. El menor era catalogado por los vecinos del edificio San Octavio B como un niño alegre e inquieto, otros más decían que casi no salía, pues no se le veía tan seguido.

El viernes 8 de julio fue la última ocasión en que una de las vecinas vio a Usiel Alejandro. La mujer, era la encargada de cuidar a Usiel y a sus dos hermanas, Karla y Yaritza, mientras su madre y su pareja, Rafael Luviano, trabajaban e incluso cuando se iban de fiesta. Así lo indico uno de los vecinos quien dijo ser cuñado de quien cuidaba a los menores, de igual forma señalo que aunque no los trataba mucho porque casi no asistía en su vivienda por su trabajo, se había percatado de que tanto la madre como el padrastro les hablaban fuerte a los niños, incluso en ocasiones se escuchaban fuertes gritos, principalmente por parte del padrastro.

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De acuerdo con información proporcionada por los vecinos la pareja que abandono el departamento marcado con el número 301, tenía menos de un año viviendo en el lugar donde a su llegada únicamente llevaban consigo a la hija mayor de Kareli y posteriormente, en diciembre del 2015, llegaron Usiel Alejandro y su hermana Karla. De acuerdo con información de las autoridades, hay indicios de que tanto Usiel como sus dos hermanitas, eran víctimas constantes de maltrato. Cabe señalar que en lo que respecta y de tratarse del cuerpo del pequeño Usiel, el encontrado entre matorrales en las inmediaciones del bulevar 2000, la Procuraduría General de Justicia del Estado, determino que la causa de muerte fue, traumatismo cráneo-encefálico