La Vía Láctea tuvo una vez un hermano galáctico masivo que fue destrozado y consumido por nuestro vecino más cercano, Andrómeda, los científicos han descubierto.
La secuencia dramática de eventos, que data de hace 2.000 millones de años, fue reconstruida a través de un estudio detallado de las estrellas en el halo débil que rodea la galaxia de Andrómeda.
Muchos habían asumido que el contenido del halo había sido adquirido poco a poco, ya que Andrómeda tragó cientos de pequeñas galaxias durante miles de millones de años. Sin embargo, la última investigación descubrió un rastro de evidencia que muestra que la mayor parte de las estrellas podría rastrearse hasta una galaxia satélite menor de Andrómeda conocida como M32.
Esta vez se clasificó junto a la Vía Láctea y el tamaño de Andrómeda, concluye el documento, pero después de que sus capas externas se canibalizaron, se redujo a un núcleo pequeño y denso, como el hueso de una ciruela.
“Fue impactante darse cuenta de que la Vía Láctea tenía un hermano mayor y nunca supimos sobre eso”, dijo el coautor Eric Bell, profesor de astronomía en la Universidad de Michigan. “Los astrónomos han estado estudiando el Grupo Local, la Vía Láctea, Andrómeda y sus compañeros, durante tanto tiempo”.
Con aproximadamente el doble del tamaño de la Vía Láctea, Andrómeda es la galaxia más grande de nuestro grupo local. M32 habría sido el tercero más grande en su día.
Los científicos saben desde hace tiempo que las regiones exteriores de halo de las galaxias contienen restos de las galaxias canibalizadas más pequeñas.
“Es como un niño cenando y luego mirando al piso y encontrando migas de pan por todos lados”, dijo Richard D’Souza, investigador postdoctoral de la Universidad de Michigan. “Sabes lo que se ha comido”.
El halo de Andrómeda ha sido de particular interés ya que está lo suficientemente cerca para estudiar en detalle, y las enormes corrientes de estrellas y las características asimétricas que son visibles sugieren que la galaxia ha sido testigo de algunas fusiones dramáticas.
Con información de The Guardian
