Hombre paralizado vuelve a caminar usando un exoesqueleto

Un hombre francés paralizado en un accidente en un club nocturno ha vuelto a caminar gracias a un exoesqueleto controlado por el cerebro, lo que brinda esperanza a los tetrapléjicos que buscan recuperar el movimiento.

El paciente entrenó durante meses, aprovechando sus señales cerebrales para controlar un avatar simulado por computadora para realizar movimientos básicos antes de usar el dispositivo robot para caminar. Los científicos describieron los resultados del ensayo como un gran avance.

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Los médicos que realizaron el ensayo dijeron que aunque el dispositivo estaba a años de estar disponible públicamente, tenía el potencial de mejorar la calidad de vida y la autonomía de los pacientes.

El paciente, identificado solo como Thibault, de 28 años, de Lyon, dijo que la tecnología le había dado una nueva oportunidad. Hace cuatro años, su vida cambió permanentemente cuando cayó a 12 metros de un balcón, cortando su médula espinal y dejándolo paralizado desde los hombros hacia abajo.

“Cuando estás en mi posición, cuando no puedes hacer nada con tu cuerpo … quería hacer algo con mi cerebro”, dijo Thibault.

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Se entrenó usando un sistema de avatar de videojuego para adquirir las habilidades necesarias para operar el exoesqueleto y tuvo que volver a aprender los movimientos naturales desde cero. “No puedo ir a casa mañana en mi exoesqueleto, pero he llegado a un punto en el que puedo caminar. Camino cuando quiero y me detengo cuando quiero ”, dijo Thibault.

Las lesiones de la médula espinal cervical dejan aproximadamente al 20% de los pacientes paralizados en las cuatro extremidades y es la lesión más grave de este tipo.

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Alim Louis Benabid, profesor emérito de Grenoble y autor principal del estudio publicado en la revista Lancet Neurology, dijo: “El cerebro todavía es capaz de generar comandos que normalmente moverían los brazos y las piernas, simplemente no hay nada para llevarlos a cabo”.

Un equipo de expertos del hospital Grenoble Alpes, la compañía biomédica Cinatech y el centro de investigación CEA comenzaron el procedimiento implantando dos dispositivos de grabación a cada lado de la cabeza de Thibault, entre el cerebro y la piel. Estos leen su corteza sensoriomotora, que controla la función motora.

Cada decodificador transmite señales cerebrales, que se traducen mediante un algoritmo en los movimientos que el paciente ha pensado. Es este sistema el que envía los comandos físicos que ejecuta el exoesqueleto.