TIJUANA, Baja California.- El bordo como comúnmente se conoce, se convirtió en el refugio de cientos de hombres y mujeres que por circunstancias de la vida se quedaron en la calle, y que en busca de no sentirse solos cayeron en las adicciones.
Con la finalidad de cambiar la vida de estas personas que han sido olvidadas por la sociedad, distintas dependencias del gobierno municipal se dieron cita en la zona para ofrecer comida, agua, servicios médicos y orientación.
Cada historia es distinta, la gran mayoría son deportados y al no contar con su documentación o con algun familiar cercano que les dé posada, tienen que encontrar un lugar donde pasar la noche y es ahí cuando el bordo se convierte en su nuevo hogar, tal es el caso de Ismael Maldonado Cervantes y Ramon Ley quienes tenían viviendo en el bordo 4 meses y 6 meses respectivamente. Hoy decidieron internarse en un centro de rehabilitación con la ayuda del Instituto Municipal Contra las Adicciones.
“A mí me deportaron y sin querer llegue a este lugar por cosas del destino, sin trabajo y sin dinero, pasa uno y ve mas gente y dice uno ‘pues a ver que hay’ y dice uno ¡wow! y sin querer empieza uno a vivir una vida como lo que están viviendo las otras personas, bien raro que es la situación, si uno querer llega uno mismo aquí y empieza a vivir como están viendo las demás personas, consumía cristal de vez en cuando, a veces trataba de dejarlo pero tarde o temprano, no se duraba un mes o dos meses y después otra vez volvía”, explicó Ismael Maldonado.
Ramón Ley también decidió darle un giro a su vida y dejar el mundo de las drogas. “Lo mismo, sí, también me deportaron del otro lado, me aventaron y aquí ando, pero yo no consumo mucha droga no, pero no quiero empezar y no quiero caer nada de eso, quiero estar bien…poquito de todo, como le digo no mucho, pero así dicen que es como se empieza, cuando una persona dice ‘mira esto, para que se te quite lo agüitado”.
Ambos les enviaron un mensaje a sus familias, quienes no se encuentran aquí, pero tienen la esperanza de algún día volverlos a ver.
“Mi familia no saben de mí, porque me robaron el teléfono, perdí todos los contactos de mi familia, los amo, están en california y en Michoacán, los amo con todo mi corazón”, dijo Ismael Maldonado.
Por su parte, la secretaria de Bienestar Municipal, Gabriela Farias explicó que esta es la segunda jornada que se realiza en el bordo y continuaran trabajando en el área toda la semana.
“Estamos aprovechando el venir apoyar y ayudar a ellos, para empezar, ayudar y contabilizar, lo mas importante que nos pidió el presidente saber quiénes están aquí, si son residentes de Tijuana, si son personas que se quedaron en un tema de inmigración, de cuando lo regresan, queremos saber cuantos son niños, cuantos son mujeres, cuantos son hombres, en fin, tener una demografía de quienes están viendo aquí”, puntualizó Farias.
Con información de: Carolina Vázquez
